Fotos tomadas de Granma y Trabajadores. Montaje: Radio COCO.
Por: Wifredo López Delis
Hombre sacrificado y de entrega total, así trascendió y se reconoce aún la vida de Pedro Marrero Aizpurúa a 70 años de su desaparición física en los sucesos del Moncada.
"Empeñó su sueldo de muchos meses y fue preciso prohibirle que vendiera también los muebles de su casa", señaló Fidel Castro Ruz el 16 de octubre de 1953 en su alegato ante el tribunal que lo juzgaba por su liderazgo en las acciones del 26 de julio, donde perdió la vida Marrero Aizpurúa.
Hijo de inmigrantes españoles, nació el 23 de octubre de 1926 en la barriada de La Ceiba-Puentes Grandes, en La Habana. Concluido el sexto grado ingresó en el Instituto de Segunda Enseñanza de Marianao, el cual se vio obligado a abandonar tras el fallecimiento del padre, para contribuir en el sustento familiar.
En búsqueda de una mejora económica, comenzó a trabajar en el Departamento de Transporte del Depósito de Cerveza Nazahal y Compañía, donde poco tiempo después se convirtió en delegado de la Asociación de Carros y Camiones y más tarde sería chofer en la cervecería La Tropical.
La solidaridad era uno de sus móviles, pues como dirigente sindical siempre prestó ayuda a los desempleados y enfermos, así como en la lucha por la reivindicación de los derechos de los trabajadores.
De 1936 a 1939 una Guerra Civil sacudió a España, hasta allí llegó, asimismo, el humanismo de este cubano, con artículos para asistirle materialmente al pueblo de la nación europea.
Incorporado al Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo), desde su fundación, junto con Fernando Chenard Piña organizó la juventud de esa afiliación política en su comunidad natal.
Pedro Marrero Aizpurúa figuró entre quienes, a partir del golpe de Estado propinado por Fulgencio Batista, participaron con frecuencia en los actos de repulsa organizados por los estudiantes de la Universidad de La Habana y, más tarde, se sumó a los centenares de jóvenes que, liderados por el abogado Fidel Castro Ruz, se entrenaron para empuñar las armas contra el tiránico régimen.
Llegado el momento de la insurrección, él fue uno de los seleccionados. Empeñó muebles, refrigerador y hasta su salario para colaborar en la justa causa de liberar al pueblo.
Momentos antes del ataque al cuartel Moncada Fidel Castro pidió voluntarios para atacar la posta Número 3. Todos dieron un paso al frente, el líder escoge a varios, entre ellos a Pedro Marrero, que fue designado para manejar el segundo carro donde iba el líder del grupo de asaltantes.
El plan estaba cronometrado, pero por una cuestión fortuita falla el factor sorpresa y cunde la confusión, se inicia el combate fuera de los muros del cuartel con un alto costo de muertos y heridos.
Y en las acciones del asalto al cuartel Moncada, en la toma de dicha posta, al tratar de ayudar a su compañero herido José Luis Tassende fue capturado y salvajemente asesinado por esbirros de la dictadura. Hoy sus restos descansan junto a otros asaltantes en el cementerio Santa Ifigenia.
Pedro Marrero es símbolo de compromiso, de amor a la Patria y de ideales inquebrantables, por eso los trabajadores de la Industria Alimentaria con más de 25 años de trayectoria, en el caso de los hombres, y 20 años las mujeres son reconocidos con la distinción que lleva su nombre.
Uno de aquellos muchachos que protagonizó la gesta gloriosa del 26 de julio de 1953: el General de Ejército Raúl Castro Ruz, quien sigue "asaltando fortalezas todos los días, con el pie en el estribo de las dificultades y el fusil apuntando a los errores". #ConTodosLaVictoria pic.twitter.com/TzS8Fu1Exq
— Aylín Álvarez (@aylinalvarezG) July 26, 2023
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