Tres décadas en franca cruzada contra los gases nocivos

La Unidad Técnica de Ozono de Cuba cumple de manera estricta sus compromisos internacionales, en favor del cuidado medioambiental.

En estos momentos Cuba actualiza su banco Nacional de refrigerantes. Foto: Tomada del perfil de Facebook de Cubaenergía.

Por: Lissette Martin López 

La aplicación de la Enmienda de Kigali relativa a los hidrofluorocarbonos (HFC) en Cuba / KIP Etapa I, marca un paso significativo para el cumplimiento de los compromisos internacionales adquiridos por la nación caribeña en materia de protección ambiental. 

Helen Rodríguez, especialista en Comunicación del Centro de Gestión y Desarrollo de la Energía (Cubaenergía) destacó que el proyecto, aprobado por el Comité Ejecutivo del Fondo Multilateral en su 93ª reunión, permitirá lograr una reducción del 10% del consumo de HFC en CO₂ equivalente para el año 2029, con una financiación de 325,000 USD en tres tramos.

Desde la ratificación de la Enmienda de Kigali el 20 de junio de 2019, el país ha estructurado una estrategia basada en la experiencia adquirida con el Protocolo de Montreal, considerado el más exitoso en materia medioambiental, que busca reducir y eliminar la producción de cerca de 100 sustancias químicas que dañan la capa de ozono.

La capa de ozono es un fino escudo de gas situado en la atmósfera de la Tierra que protege el planeta, pues absorbe los rayos ultravioleta (UV) del sol y ayuda a preservar toda la vida sobre el planeta.

Los cursos de buenas prácticas en el sector de la refrigeración y la climatización son impartidos por expertos en el tema. Foto: Tomada del perfil de Facebook de Cubaenergía.

¿Qué caracteriza al proyecto y cuáles acciones lo distinguen?

-La estrategia cubana incluye iniciativas en sectores clave como la manufactura de equipos de refrigeración y climatización, producción de espumas y aerosoles y el mantenimiento técnico de sistemas de Refrigeración y Climatización (RAC).

"Las actividades fundamentales del proyecto se centran en fortalecer la institucionalidad, formar capacidades técnicas para el uso seguro de refrigerantes de bajo potencial de calentamiento global, la sensibilización, así como reducir las emisiones de HFC durante todo su ciclo de vida útil.

"Entre las acciones para lograrlo destacan la capacitación de técnicos y funcionarios de aduanas, el equipamiento de centros de formación, la promoción de buenas prácticas en grandes empresas y la implementación de sistemas de recuperación y reciclaje de refrigerantes.

"Se trata de un esfuerzo conjunto liderado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), la Oficina Regulatoria para la Seguridad Ambiental (ORSA), y la Unidad Técnica de Ozono de Cubaenergía, con el propósito de mantener el compromiso de 30 años con la protección de la capa de ozono y el medio ambiente", dijo Rodríguez.

Por su parte, el especialista de la Unidad Técnica de Ozono y jefe del proyecto KIP, el ingeniero mecánico Armando Lázaro Gómez Díaz, destacó que el éxito de la actual etapa para avanzar hacia un futuro más sostenible, dependerá del trabajo coordinado y comprometido de todas las partes.

Tres décadas al cuidado del gas azul

La creación, el 16 de septiembre de 1995 de la Unidad Técnica de Ozono de Cubaenergía, ha posibilitado concretar acciones que demuestran el papel activo de la nación antillana en la lucha global contra el cambio climático y la construcción de un mundo mejor para las futuras generaciones.

Como parte de las actividades para celebrar el aniversario tienen lugar seminarios, conferencias, reforestación en zonas costeras, inventario de equipos, concursos infantiles, festivales y talleres de buenas prácticas en refrigeración y climatización.

 En tal sentido, recién finalizó el VIl taller de este tipo, con sede en el habanero Instituto Politécnico Hermanos Gómez.

El encuentro se enmarca en la segunda fase del Plan Nacional de Eliminación de los HCFC y permitió que durante una semana, expertos de la Unidad Técnica de Ozono, la Universidad de Oriente y el Instituto de Refrigeración y Climatización (IRC) capacitaran a profesores e instructores encargados de formar a mecánicos y técnicos del sector de refrigeración y climatización (RAC) en cada territorio, con el objetivo de promover las buenas prácticas en el ejercicio del oficio.

Los participantes coincidieron en la importancia de las jornadas que combinaron contenidos teóricos y actividades prácticas, al abordar aspectos medioambientales relacionados con el calentamiento global, la selección de refrigerantes, puesta en marcha de sistemas, uso de lubricantes, técnicas de soldadura y mantenimiento de sistemas RAC.

Otros asuntos estuvieron referidos al empleo de hidrocarburos y mezclas de HFC, la recuperación, el reciclaje y la regeneración, así como el manejo de equipos como minibar, split R-290 y aire acondicionado R-410A.

Dichos contenidos están alineados con la implementación en Cuba de la Enmienda de Kigali al Protocolo de Montreal, orientada a la reducción gradual de los hidrofluorocarbonos (HFC), compuestos que, si bien no afectan la capa de ozono, poseen un alto potencial de calentamiento global.

El taller contó con el respaldo de la Agencia Implementadora del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

En estos momentos Cuba actualiza su banco nacional de refrigerantes para saber cuántas sustancias se usan en equipos de frío y cómo manejarlas mejor. 

La estadística resulta primordial en el camino de continuar la eliminación de las Sustancias Agotadoras del Ozono (SAO) antes de 2030 y reducir los Hidrofluorocarbonos (HFC) hasta 2045 como parte de los empeños por cuidar el planeta, nuestra casa común.



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