San Miguel del Padrón en el Moncada

Julio Trigo (a la derecha) junto a su hermano Pedro Trigo. Foto tomada de la red social X.

Por: Cáliz Moré Leal

"Todo el mundo tiene su Moncada", afirma el cantor y aunque no sabía que la cita era en la segunda fortaleza militar del país, Julio Trigo llegó a Santiago de Cuba.

Veinte ocho años antes había nacido en el Hospital La Balear, del municipio San Miguel del Padrón, pero por la afección pulmonar que padecía la familia se trasladó a Calabazar, en La Habana. 

El joven gustaba de los escritos de José Martí y lo publicado en el periódico La Voz de la Ortodoxia, partido en el que militó. 

En el año 1951, tras un acto político en Santiago de las Vegas, conoció a Fidel Castro Ruz y al igual que su hermano Pedro se integró al movimiento que lo conduciría a participar en lo que se gestaba. 

El 24 de julio 1953 Julio Trigo llegó a Santiago de Cuba, donde visitó la Iglesia de El Cobre y se tomó una foto, la última en la que aparece.

Al llegar a la casa, sita en calle Celda Número 8, sufre una hemoptisis, propia de su afección pulmonar, y Abel Santamaría apenado le informa que no puede continuar. Cuando se disponían a buscar el pasaje de regreso, Julio se niega, aludiendo que conocía a Américo Reguera, que vivía en la zona e iría a parar allí. 

Muestra de la Certificación de Nacimiento de Julio Trigo. Foto: enviada por la autora.

En horas de la madrugada se dirige al Hospital Saturnio Lora, solicitando asistencia médica. Melba Hernández, heroína del Moncada relataba:

"Llegamos al Hospital Civil bajo un balacera terrible, los muchachos peleaban con coraje, con gran valentía. Allí vimos un joven vestido con una guayabera muy limpia que iba a atenderse, nos miró a nosotros con desprecio profundo por el uniforme que traíamos, era Julio Trigo. 

"Cuando le explicábamos quienes éramos quiso enseguida combatir junto a nosotros, no se cómo consiguió uniforme, no teníamos armas para él, en ese momento uno de los cristales de la ventana saltó hecho añicos por los disparos e hirió en la cara a Julio Reyes.

"Mientras lo atendimos Julio Trigo tomó la escopeta de este y siguió peleando. Cuando Reyes estuvo dispuesto para reanudar la pelea costó trabajo que Trigo le devolviera la escopeta, luego se apoderó de una Thomson y siguió peleando con ella, se le olvidó la enfermedad. Posteriormente fue detenido y torturado y nunca más se le vio".

Julio Trigo se había incorporado al combate por su condición de enfermo, lo que no impidió que fuera asesinado, formando parte del martirologio de la Patria. 

YER

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