Fidel a nuestro lado

Diseño: Alejandro Castro Acosta/Radio COCO.

Por: Reynier Rodríguez Pérez

A propósito del aniversario 70 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, Fidel a nuestro lado rememora discursos históricos del líder revolucionario durante las celebraciones de la Rebeldía Nacional.

Hoy sugerimos repasar fragmentos de la intervención del 26 de julio de 1985, en Guantánamo. Esta comienza con una referencia a la historia de esa región oriental.

En esta región, nuestro pueblo empezó a luchar, en primer lugar, contra los conquistadores. Como dije recientemente en la Conferencia Sindical, el más pacífico pueblo del mundo era el que habitaba en esta isla cuando llegaron los conquistadores; los aborígenes, totalmente desarmados, totalmente pacíficos, no obstante, ofrecieron cierta resistencia y un nombre figura en nuestra historia como el primer luchador por nuestro país, el del indio Hatuey. Según la historia, procedía de la isla de Santo Domingo —creo que así la llamaban entonces, donde se habían asentado primero los conquistadores, y fue el primer luchador, el primer jefe y el primer mártir de nuestra patria.

A lo largo de la historia y durante siglos de esclavitud, incontable número de esclavos que abandonaron las plantaciones residieron en esta región e hicieron resistencia también a los opresores en los llamados palenques, que eran lugares selváticos y montañosos donde se refugiaban.

Más adelante, cuando ya surge lo que pudiéramos llamar la nacionalidad cubana, la población de esta región tiene una participación activa en la primera guerra de independencia, desde el año 1871 en que las fuerzas cubanas, dirigidas por Maceo, Máximo Gómez y Moncada, penetraron en este territorio, que estaba lleno de esclavos y cafetales, y libraron intensos y victoriosos combates contra las fuerzas españolas.

Cuando aquella guerra que había durado 10 años se reanuda, en 1895, por esta zona oriental del país se produce el desembarco de José Martí, héroe de nuestra independencia, en compañía de Máximo Gómez, una de las figuras internacionalistas más prestigiosa de la historia de América Latina, como había sido también internacionalista en nuestro concepto el indio Hatuey, que, procedente de Santo Domingo, luchó en nuestras tierras. Ellos sembraron simientes de internacionalismo.

Pero por las tierras de esta misma provincia, en los inicios de esa guerra, desembarcaron Antonio Maceo, José Maceo y Flor Crombet. Puede decirse que entre los primeros lugares que iniciaron la lucha, contando poco después con la presencia de los más prestigiosos jefes revolucionarios, se encuentra esta provincia de Guantánamo. Un ilustre hijo de esta provincia, José Agustín Pérez, había llevado a cabo con anterioridad el alzamiento en esta región.

Fue azarosa su vida. Los imperialistas impusieron un tratado, después de haber intervenido en nuestro país. Al final de nuestra Guerra de Independencia, cuando ya estaban exhaustas y derrotadas las tropas españolas, enviaron su fuerza expedicionaria, ocuparon nuestro país durante varios años, nos impusieron una constitución que tenía una enmienda que les daba el derecho a intervenir en Cuba, y por aquellos años tristes también impusieron otro convenio, en virtud del cual ocuparon un pedazo de nuestro territorio, en un contrato por tiempo indefinido; ni fecha le pusieron a aquel contrato, aceptado bajo presión por aquellos gobernantes irresponsables, y en virtud de ello ocupan todavía un pedazo de nuestro territorio nacional en esta provincia, donde se encuentra una de las mejores bahías de Cuba.

Ahí están, estorbando el desarrollo de la región, estorbando el desarrollo de las instalaciones portuarias de nuestro país y amenazando a nuestra patria.

Resultaba obligación, para Fidel, hablar de luchas obreras y campesinas en la región de Guantánamo.

A lo largo de esos años de aquella república mediatizada, los guantanameros lucharon, y los campesinos de Guantánamo lucharon; se hizo famoso el Realengo 18. Realengo era algo que se originaba de la forma en que los españoles repartieron el territorio: hacían unos círculos de no sé cuántos metros o kilómetros, y las partes que quedaban entre los círculos se llamaron realengos. Esas áreas se dice que no tenían propietario hasta que aparecían los aspirantes, y los campesinos del Realengo 18 escribieron páginas gloriosas de resistencia contra la opresión y contra los latifundistas y geófagos, que inspiraron las hermosas páginas escritas por Pablo de la Torriente Brau, sobre el Realengo 18 (APLAUSOS), como escribió brillantemente sobre la prisión que conoció allá en la que es hoy Isla de la Juventud; y, por cierto, que aprendí bastante de esos escritos de Pablo de la Torriente, porque recuerdo que cuando él describía este territorio, decía que era un terreno tan apto para la lucha que un hombre con un fusil era capaz de detener un ejército. ¡Cuánto me ayudó después, cuando se nos presentó la tarea de cómo resistir, luchar y derrotar a un ejército, aquella frase de Pablo de la Torriente Brau, de que en esas montañas un hombre con un fusil podía detener un ejército! Y fueron proféticas sus palabras (APLAUSOS).

Y en la última lucha por la liberación, que fue la última y definitiva para alcanzar nuestra verdadera independencia, también tuvo una participación muy destacada la provincia de Guantánamo, puesto que aquí, cuando nosotros desembarcábamos por la provincia Granma días antes del 2 de diciembre —nosotros desembarcamos el 2 de diciembre, pero ellos habían calculado que llegábamos el 30 de noviembre—, el 30 de noviembre, compañeros del Movimiento 26 de Julio atacaron y tomaron el cuartel de Ermita. Recuerdo que algunos de los fusiles que ocuparon en esa acción, fueron utilizados después en la lucha en la Sierra Maestra. Y aquí está entre nosotros el compañero Camacho Aguilera, primer secretario del Partido en Santiago de Cuba (APLAUSOS), obrero ferroviario, que dirigió aquella acción.

Otra importante referencia en el discurso fue el Segundo Frente Oriental "Frank País".

Más adelante, en esta región montañosa de la provincia de Guantánamo, se abrió el Segundo Frente Oriental “Frank País”, por las fuerzas que, comandadas por el compañero Raúl Castro, procedentes de la Sierra Maestra (APLAUSOS), avanzaron hacia acá y crearon un frente que fue modelo de organización y de eficiencia, y que jugó un papel de extraordinaria importancia estratégica en nuestra guerra. Ese frente se abrió mediante una marcha rápida por el llano, con utilización de vehículos motorizados en cierto momento. Fue la primera vez que nuestras fuerzas en el llano usaron vehículos para transportar una columna completa. Llegaron a esta región, y desde ese momento, realmente podíamos decir que ya las fuerzas rebeldes eran invencibles. Por aquellos días se abrió también el Tercer Frente, bajo el mando del compañero Juan Almeida (APLAUSOS). Es decir que hay una constante histórica en el espíritu de lucha y en el patriotismo de los guantanameros (APLAUSOS).

Ahora bien, ¿qué era la provincia de Guantánamo al triunfo de la Revolución? Sencillamente el Tercer Mundo de un país del Tercer Mundo; otras regiones del país tenían un mayor desarrollo. No creo, sinceramente, que la Revolución en la provincia de Guantánamo haya hecho el máximo, creo que debimos hacer más por Guantánamo (APLAUSOS). Por unas razones o por otras, entre ellas, debemos tener en cuenta el estorbo de que la excelente bahía de esta provincia está ocupada por los yankis. Hay otras provincias del país donde la presencia del puerto, como es el caso de Cienfuegos, determinó el desarrollo de importantes obras e importantes inversiones. Ha ocurrido también en Matanzas o en el norte de Oriente y en otros sitios. Sin embargo, a pesar de las dificultades, a mi juicio, subjetivamente no hubo suficiente conciencia de la necesidad de desarrollar de manera especial esta región.

Fidel asume con espíritu autocrítico el trabajo realizado para transformar a Guantánamo.

Al analizar la obra de la Revolución en esta provincia, en concreto, uno tiene que plantearse, realmente, si se hizo aquí el máximo de lo que se podía haber hecho. Y, por lo pronto, al plantear esto en este 26 de julio, ello implica el compromiso de que en los años futuros hagamos más que lo que hemos hecho por Guantánamo en los años pasados (APLAUSOS PROLONGADOS).

Algo se ha hecho, sin embargo, y cuando miro esas edificaciones, cuando miro ese modernísimo hospital, cuando miro ese elevado edificio, cuando miro ese hotel, cuando miro esas instalaciones, cuando miro esta plaza, es indiscutible que nada de eso, nada parecido a eso existía aquí.

Esta provincia, además, tiene características especiales: 25,6 por ciento (%) de sus tierras son agrícolas y son relativamente pequeñas las extensiones de tierra de calidad óptima, incluso del tipo uno, de los mejores suelos, no existe aquí; es decir, su territorio agrícola no es abundante. El 73 % del territorio está ocupado por las montañas y un 1,4 % aproximadamente está ocupado por industrias, instalaciones, carreteras. Su clima es uno de los climas más variados que tiene nuestro país: muy seco en la región sur, precisamente donde están las áreas llanas; muy húmedo en la región norte, donde está el macizo montañoso. Algunos profesores me han explicado que el carácter seco de esta zona sur se debe al hecho de que los vientos alisios que soplan del nordeste chocan con las montañas, se precipitan, y, en consecuencia, llueve mucho allá al norte y poco aquí en el sur. Ese mismo fenómeno se repite en los Andes y se repite en otros sitios de América Latina; en una escala mucho menor, ese fenómeno se repite aquí.

Sin embargo, analizando la producción de la provincia de Guantánamo y comparándola con la etapa previa a la Revolución, esa producción ha aumentado en cinco veces, se ha multiplicado por cinco desde el triunfo de la Revolución.

Versiones Taquigráficas del Consejo de Estado

Informaciones relacionadas:

Fidel a nuestro lado
Fidel a nuestro lado
Fidel a nuestro lado
Fidel a nuestro lado

YER

Publicar un comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente