Mi abuelo vio la primera exhumación del cuerpo de José Martí

Foto tomada de la red social X.

Por: Cáliz Moré Leal  

Poco después de haber regresado a Cuba para iniciar lo que llamó "la Guerra Necesaria", José Martí cayó en combate en el encuentro de dos grandes ríos: el Cauto y el Contramaestre. 

En ese triángulo fatal, Martí avanza enteramente solo, tentado por algo más que su voluntad, quizás por la alegoría que —sobre su destino— había dictado en sus propios versos, cuando dijo: "Siento dentro de mí un cántico que no puede ser otro que el de la muerte".  

El 19 de mayo de 1895 el Apóstol de la independencia de Cuba avanzó resueltamente hasta caer traspasado por las balas. Su cadáver fue recogido por las tropas españolas, quienes lo sepultaron en tierra viva, sin ataúd en una fosa común del cementerio de Remanganaguas (asentamiento rural cubano perteneciente al municipio Contramaestre).

El 23 de mayo, a las 19:00 (hora local), a la luz de unas velas, fue exhumado el cadáver, que fue trasladado al fuerte de Remanganagua para llevarlo a Palma Soriano. 

De esa exhumación conoció por intermedio  de su abuelo la maestra, investigadora y escritora sobre temas y personalidades históricos Adys Cupull Reyes.

Más detalles en el siguiente audio:

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Los pasos que la muerte truncó

LLHM  

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