26 de julio: vigencia de una gesta libertadora

Foto tomada de la cuenta en Twitter del @DrRobertoMOjeda.

Por: Liliam López Cruz

Era la madrugada del 26 de julio de 1953 y habían trascurrido 16 meses del golpe militar dado por el dictador Fulgencio Batista.

Fidel Castro Ruz se reunió con un centenar de jóvenes revolucionarios en la Granjita Siboney, en las afueras de la ciudad de Santiago de Cuba, y partió a irrumpir en el cuartel Moncada, mientras en Bayamo tendría lugar, de manera simultánea, el asalto a la fortaleza Carlos Manuel de Céspedes.

Ese día no triunfaron y en las primeras horas de la mañana del 27 de julio el tirano Batista dio la orden de matar sin piedad alguna a los prisioneros, por lo que fueron asesinados decenas de los participantes en las acciones.

Los sobrevivientes fueron detenidos tras feroz cacería, enjuiciados y condenados a prisión, entre los que se encontraban Fidel Castro Ruz y Juan Almeida Bosque.

Pero las voces de esos jóvenes no pudieron ser silenciadas, a pesar de todo lo acontecido.

Un abogado de 27 años se erguía, Fidel con su alegato de autodefensa La historia me absorverá, convirtiéndose de acusado en acusador, denunciando con claridad y valentía los males que azotaban a la República, para más tarde convertirse en líneas de acción trazadas por el movimiento revolucionario en su programa de lucha, con el triunfo definitivo el primer de enero de 1959.

La histórica gesta de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, que en este año se conmemora su aniversario 70, encierra una significación histórica para todos los cubanos, donde los jóvenes representan la continuidad de la Patria socialista.

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