Foto: Prensa Latina. |
Por Víctor Joaquín Ortega
El profesionalismo que es la búsqueda del lucro, golpeó la profesionalidad: rigor técnico, artístico, entrega, y envileció el boxeo. El ser humano gusta y necesita de correr riesgos, lo hacen también los alpinistas, los corredores de autos y motos, incluso los ciclistas, ¿y qué decir de los domadores de fieras y los trapecistas circenses?
Sin embargo, cuando hay dinero por medio, que en su mayor parte queda en mano de dueños, promotores y otros elementos asociados, la belleza, la emoción son manchadas.
Por esos excesos, ligados a los negocios, pululan los muertos, por una trompada terrible o por la “última gota” en el castigo acumulado, los muertos vivos: los puching drunk (borrachos de golpes), ciegos, inválidos, con problemas graves de conducta, enviados al suicidio… y hay muchos ejemplos en cada una de estas categorías de víctimas.
Ahora, con el arribo de la plata en grande y sin vergüenza por encima de medallas y trofeos, la gloria al caraj… dicen con los hechos hasta desde la cantera amateur los federativos: antes se exhibía la mercancía y en no pocas ocasiones la apoyaban económicamente, ya no hay cortina ni biombos tapadores.
Por esos excesos, ligados a los negocios, pululan los muertos, por una trompada terrible o por la “última gota” en el castigo acumulado, los muertos vivos: los puching drunk (borrachos de golpes), ciegos, inválidos, con problemas graves de conducta, enviados al suicidio… y hay muchos ejemplos en cada una de estas categorías de víctimas.
Ahora, con el arribo de la plata en grande y sin vergüenza por encima de medallas y trofeos, la gloria al caraj… dicen con los hechos hasta desde la cantera amateur los federativos: antes se exhibía la mercancía y en no pocas ocasiones la apoyaban económicamente, ya no hay cortina ni biombos tapadores.
Sí, vergonzosas las llamadas Series Mundiales, en contenido y forma, vergonzosa la entrada al Olimpo de esta disciplina con los pies sucios, a los diversos torneos, copiando las características de lo peor del profesionalismo, sin cabecera, y, en general, a un sitio secundario el cuidado a los atletas. Los mercaderes desean guantes más pequeños, mayor cantidad de capítulos. La sangre atrae mucho más que la técnica o el arte pugilístico es un grito desde la realidad impuesta.
Dañan a los protagonistas y a los aficionados al alimentar la fiera que todos llevamos adentro. Labor al estilo de los circos que ponían énfasis en quitar las redes protectoras a los trapecistas y dar fuerza a la propaganda de esa acción. Atraer desde lo salvaje, presente en el fondo de las personas, y vigorizarlo también. La FIFA no es el único organismo de la rama herida por la corrupción. En la IBA (Federación Internacional de Boxeo) hay pruebas claras de su desvío de la honestidad hace bastante tiempo.
Mienten quienes dicen que el boxeo rentado ha cambiado para bien. Los cubanos victimados de una u otra manera por sus andanzas sobre el cuadrilátero conforman una lista larga, desde el primero noqueado para siempre en nuestro país: José Marroquín Hernández, conocido por Joe Mc Kurdy en el mundillo de los jabs, marinero del crucero Patria que aumentaba sus ganancias con el quehacer en el encerado. Ocurrió el 21 de marzo de 1919 en el centro deportivo El Recreo, situado en Belascoaín en una pelea frente a Alex Publes, debido a un derechazo a la quijada.
El 4 de enero de 1962 se dispuso por la Resolución 67-0 del Inder la suspensión definitiva del boxeo profesional en Cuba, porque sus reglamentos constituyen una actividad nociva y contraria al desarrollo y estado de salud de los atletas que practican este deporte. Varios de aquellos gladiadores nuestros prefirieron el ring pagado.
No pocos pagaron esa preferencia con la destrucción: entre ellos el titular mundial de los pesos welter, Benny “Kid” Paret, encumbrado por los mafiosos y asesinado por los golpes recibidos durante su carrera, con el broche de muerte cerrado por su rival Emily Griffith, el 24 de marzo de 1962. en el Madison Square Garden. Sucumbe el 13 de abril de ese año. Nunca aprendió a leer ni a escribir: firmaba sus contratos con su huella dactilar.
Por esa época, Joe Rigores, coterráneo de Paret, pereció también a consecuencia de los puñetazos acumulados en un cartel intrascendente, para abrirse camino hacia mejores bolsas, efectuado en la arena San Nicolás de Nueva York.
Rigores se convirtió en el segundo púgil de la Mayor de las Antillas en morir en un cuadrilátero extranjero. El primero, Alcibíades Ortega, muchos años antes en Panamá. Está el caso de Douglas Vaillant. Después de mostrar alta calidad en los escenarios de Estados Unidos, a gran velocidad cuesta abajo, solo, o peor, olvidado, debía al fisco gran cantidad de dinero. Se suicidó el 16 de junio de 1985.
Volvamos a los momentos actuales. Hay que concurrir a las lides pro, semipro, como sean: aún allí colocan eliminatorias trascendentes. En la práctica existe la obligación de participar en los concursos, incorporar a las mujeres o existirán desventajas en las competencias importantes, sin dejar fuera a la magna cita, y “los incumplidores” hasta pueden ser mordidos por la imposibilidad de llegar a ellas.
Sin embargo, no debemos esconder o endulzar la realidad del profesionalismo de estos tiempos. A continuación, algunos de los recientes asesinados entre las cuerdas en diversas partes del planeta.
Hero Tito, de Indonesia, perdió la vida en el match frente a James Mokoginta, efectuado el 27 de febrero de 2021. No se retiró a tiempo y, con 35 años, sus mejores tiempos se habían alejado.
El sudafricano Simisi Butelozo fallece a causa de las lesiones cerebrales sufridas en su enfrentamiento con su paisano Sipheside Mntangua. El 26 de diciembre Arres Sahakyan no sale del coma al que lo lanzó Igor Semermin, en una instalación deportiva rusa.
Dañan a los protagonistas y a los aficionados al alimentar la fiera que todos llevamos adentro. Labor al estilo de los circos que ponían énfasis en quitar las redes protectoras a los trapecistas y dar fuerza a la propaganda de esa acción. Atraer desde lo salvaje, presente en el fondo de las personas, y vigorizarlo también. La FIFA no es el único organismo de la rama herida por la corrupción. En la IBA (Federación Internacional de Boxeo) hay pruebas claras de su desvío de la honestidad hace bastante tiempo.
Mienten quienes dicen que el boxeo rentado ha cambiado para bien. Los cubanos victimados de una u otra manera por sus andanzas sobre el cuadrilátero conforman una lista larga, desde el primero noqueado para siempre en nuestro país: José Marroquín Hernández, conocido por Joe Mc Kurdy en el mundillo de los jabs, marinero del crucero Patria que aumentaba sus ganancias con el quehacer en el encerado. Ocurrió el 21 de marzo de 1919 en el centro deportivo El Recreo, situado en Belascoaín en una pelea frente a Alex Publes, debido a un derechazo a la quijada.
El 4 de enero de 1962 se dispuso por la Resolución 67-0 del Inder la suspensión definitiva del boxeo profesional en Cuba, porque sus reglamentos constituyen una actividad nociva y contraria al desarrollo y estado de salud de los atletas que practican este deporte. Varios de aquellos gladiadores nuestros prefirieron el ring pagado.
No pocos pagaron esa preferencia con la destrucción: entre ellos el titular mundial de los pesos welter, Benny “Kid” Paret, encumbrado por los mafiosos y asesinado por los golpes recibidos durante su carrera, con el broche de muerte cerrado por su rival Emily Griffith, el 24 de marzo de 1962. en el Madison Square Garden. Sucumbe el 13 de abril de ese año. Nunca aprendió a leer ni a escribir: firmaba sus contratos con su huella dactilar.
Por esa época, Joe Rigores, coterráneo de Paret, pereció también a consecuencia de los puñetazos acumulados en un cartel intrascendente, para abrirse camino hacia mejores bolsas, efectuado en la arena San Nicolás de Nueva York.
Rigores se convirtió en el segundo púgil de la Mayor de las Antillas en morir en un cuadrilátero extranjero. El primero, Alcibíades Ortega, muchos años antes en Panamá. Está el caso de Douglas Vaillant. Después de mostrar alta calidad en los escenarios de Estados Unidos, a gran velocidad cuesta abajo, solo, o peor, olvidado, debía al fisco gran cantidad de dinero. Se suicidó el 16 de junio de 1985.
Volvamos a los momentos actuales. Hay que concurrir a las lides pro, semipro, como sean: aún allí colocan eliminatorias trascendentes. En la práctica existe la obligación de participar en los concursos, incorporar a las mujeres o existirán desventajas en las competencias importantes, sin dejar fuera a la magna cita, y “los incumplidores” hasta pueden ser mordidos por la imposibilidad de llegar a ellas.
Sin embargo, no debemos esconder o endulzar la realidad del profesionalismo de estos tiempos. A continuación, algunos de los recientes asesinados entre las cuerdas en diversas partes del planeta.
Hero Tito, de Indonesia, perdió la vida en el match frente a James Mokoginta, efectuado el 27 de febrero de 2021. No se retiró a tiempo y, con 35 años, sus mejores tiempos se habían alejado.
El sudafricano Simisi Butelozo fallece a causa de las lesiones cerebrales sufridas en su enfrentamiento con su paisano Sipheside Mntangua. El 26 de diciembre Arres Sahakyan no sale del coma al que lo lanzó Igor Semermin, en una instalación deportiva rusa.
Otra La mexicana Jeannette Zacarías subió al ring llena de optimismo y sueños de ascensión. Noqueada en el cuarto asalto. Convulsión. Ambulancia. Primeros auxilios. Instalación de salud. Allí no pueden salvar a esta muchacha de 18 abriles.
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