Eliminar barreras arquitectónicas: inclusión y responsabilidad

 La eliminación de las barreras arquitectónicas es un aspecto a tener en cuenta en todos los establecimientos. Foto: Cubahora

Por David Hidalgo Illarramendi

La Habana es una ciudad con varios siglos de antigüedad y muchas de las construcciones de épocas anteriores presentan una serie de barreras arquitectónicas que no se tuvieron en cuenta en aquel momento y que hoy, dificultan el acceso a los adultos mayores y a las personas en situación de discapacidad. 

Según declaraciones ofrecidas a la emisora COCO por Diego Rafael Ulloa López, especialista asesor de la Dirección de Planeamiento Físico, “puede considerarse como barrera arquitectónica todo aquello que impida o minimice o cree interrupciones para el paso de personas que tienen problemas motores o problemas de salud de otra índole que afectan la locomoción. Generalmente se crea un vínculo estrecho entre este concepto y las escaleras o los accesos de las aceras, pero estas no son las únicas barreras arquitectónicas que existen.”

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En ese sentido, la eliminación de estas barreras arquitectónicas en respuesta al incremento del envejecimiento poblacional y la inclusión de todas las personas, es un aspecto a tener en cuenta en todos los establecimientos sin ocasionar daños al valor histórico y cultural de los patrimonios. 

A pesar de que exista la voluntad de favorecer a los adultos mayores y a otras personas afectadas las barreras arquitectónicas, deshacer este impedimento y realizar cualquier otro cambio en entornos públicos requiere de la supervisión de especialistas calificados, ya que, con el afán de resolver un problema, puede crearse otro mayor, como lo expresa Ulloa López en el siguiente audio.

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Reconocer las limitaciones de los demás y hacer lo posible para que todos podamos integrarnos a la sociedad es una evidente muestra de solidaridad y empatía. Sin embargo, queda de nuestra parte asumir la eliminación de las barreras arquitectónicas con responsabilidad para beneficiar la vida de todos, en especial, la de los adultos mayores y personas en situación de discapacidad.  

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