Por Eva Miró
Indiscutible es el vasto legado del eterno Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en el campo de la ciencia y en el despliegue de proyectos tecnológicos, innovación en las diversas ramas de la economía y del desarrollo social en general. Pero sin lugar a dudas sus aportes y logros son palpables en los altos índices de desarrollo científico que hoy Cuba puede exhibir.
Su visión de futuro también fue decisiva cuando en 1994 se creó el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), como herramienta institucional para el desarrollo de la ciencia. Que además, se concibió con un sentido inclusivo de la tecnología, la innovación y la protección de los recursos naturales.
Desde los pilares, levantados por Fidel, la ciencia dejó de constituir una actividad de élites o de científicos aislados, para convertirse en patrimonio del pueblo a partir de la universalización de la educativa.
Esto se hizo patente durante los años 70 y 80 del siglo pasado, en los que junto con la creación de universidades y de múltiples centros de investigación, surgieron entidades como el Fórum de Ciencia y Técnica, las Brigadas Técnicas Juveniles, el Movimiento de Innovadores y Racionalizadores y otras.
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Todas ellas vinculadas con el movimiento obrero y sindical, que desempeñaron un papel protagónico en la ardua faena de contrarrestar las nefastas consecuencias derivadas del subdesarrollo y del bloqueo económico impuesto por los Estados Unidos.e
Desde el inicio de la pandemia en el mundo, provocada por el impacto del nuevo coronavirus, su enfrentamiento en nuestro país han sido expresiones de reconocimiento a la visión de largo alcance presente en las concepciones del líder histórico de la Revolución Cubana sobre el papel de la ciencia y la innovación en la solución de los principales problemas a enfrentar en el camino hacia del desarrollo económico y social del país.
El desarrollo de la ciencia cubana fue una de principales defensas del líder revolucionario. Foto: Periódico Escambray |
La referencia para esas expresiones, lo constituye la loable labor de los científicos en la búsqueda y materialización de cinco candidatos vacunales, ciento por ciento cubanos, de los cuales dos ya han alcanzado la categoría de vacunas, como solución clínica ante el nuevo coronavirus. Así como un probado impacto positivo, reconocido, incluso, a nivel internacional.
El legado de Fidel en el campo de la ciencia y de la innovación, está forjado en medio de enormes dificultades por las que ha atravesado el proceso revolucionario cubano, en condiciones de economía subdesarrollada y bajo un asedio cruel, por parte de sucesivos gobiernos de Estados Unidos.
En la presente Jornada de Homenaje a la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (ANIR) es válido resaltar el continuo batallar de sus asociados en los colectivos laborales en la búsqueda de soluciones que impulsan la eficiencia, el ahorro de recursos y la sustitución de importaciones, guiados, sin lugar a dudas, por el ejemplo del eterno Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.