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Por: Isabel María Calvo
Este 13 de agosto de 2022, los cubanos victoriosos frente al siniestro de grandes proporciones acontecido en Matanzas, tenemos sobradas motivaciones para sentir a Fidel Castro multiplicado en nosotros.
A la distancia de 96 años, en el batey de Birán, región mayaricera de la entonces provincia de Oriente (hoy Holguín), nació un niño impresionante por su corpulencia física, fruto del amor de Lina Ruz y Ángel Castro. Lejos estaban ambos de vislumbrar que aquel retoño suyo alcanzaría dimensiones especiales en Cuba y a escala universal.
Fue un infante precoz, inquieto y de inteligencia despierta. Se caracterizó por un profundo y espontáneo sentido de la justicia lo que se evidenciaba en su defensa a ultranza de los más vulnerables y débiles.
Durante su adolescencia despuntó como líder natural entre sus compañeros de estudios, tanto en las tareas académicas como en la práctica deportiva.
Nadar, montar a caballo, boxear y jugar pelota eran sus pasatiempos predilectos.
El 26 de julio del propio año cristalizó como líder indiscutible de la Generación del Centenario del Apóstol, al guiar el asalto al cuartel Moncada, segunda fortaleza militar del país, tras lo cual brilló al exponer el programa de lucha revolucionaria que trascendió bajo el título: La Historia me Absolverá.
El cruel presidio, el injusto exilio y el heroico desembarco del Granma fueron hazañas que condujo con inusual sagacidad convirtiendo cada revés en victoria, mientras que la lucha en la Sierra y el llano fraguaron en él al Comandante en Jefe del naciente Ejército Rebelde, ganando cada vez más la simpatía y el consecuente apoyo popular.
El primero de enero de 1959 la historia de nuestra nación y el corazón de la mayoría de los cubanos de entonces recibieron por la puerta ancha a un joven excepcional de sólo 33 años de edad que traía en el corazón las doctrinas de José Martí, a partir del principio "Patria es humanidad", materializado con su liderazgo por cientos de miles de cubanos, que han irrigado con su solidaridad, educación, salud, ciencia y deporte; hacia decenas de naciones se todas las latitudes del planeta.
Cuando el 25 de noviembre de 2016, a las 22:29 (hora local) dejo de respirar el Comandante en Jefe de la Revolución y del pueblo cubano se demostró el criterio martiano de que la muerte no es verdad cuando se ha cumplido con la obra de la vida.
Cada vez que el pueblo con amplio protagonismo juvenil vence las más disímiles adversidades impuestas por el su enemigo, o incluso por las fuerzas de la naturaleza, renace y se multiplica en cada cubano el líder convertido en gigante de estatura mundial.