Por: Víctor Joaquín Ortega
Cuando se acercan cada vez más los I Juegos Panamericanos Júnior, la COCO cuenta la historia de la campeona olímpica Osleidys Menéndez, quien también brilló desde su etapa juvenil.
El dardo voló. La representante de Cuba, Osleidys Menéndez Sáez, logró 60.96 metros, suficiente para que ninguna de las rivales la alcanzara en el VI Campeonato Mundial Juvenil de Atletismo de Sídney, Australia, en 1996.
La matancera imitó a su compatriota Xiomara Rivero, quien con 62.86 se coronó en la primera cita efectuada en Atenas 1986.
Tan joven fue la vencedora de la cita australiana, que regresó a la contienda de la categoría juvenil, en 1998, en la ciudad francesa de Annecy, donde repitió la alegría con disparo de 68.17.
Los envíos vencedores no solo llevaron las ansias, sueños, entrega, pasión y combatividad de esta cubana, nacida el 14 de noviembre de 1979.
Ella heredó la historia de Florinda Viamonte, primera jabalinista cubana que obtuvo una medalla en un certamen internacional con el bronce en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Panamá, en 1938, con registro de 28.16 metros. Cuatro años después, Ángela Iglesias fue vicetitular en Barranquilla, Colombia, con 36.75.
La muchacha ganadora en 1996 y 1998 ha contado también con el impulso de los brazos de otra pléyade de triunfadoras. Al frente la baracoesa María Caridad Colón, primera mujer latinoamericana ganadora de una medalla olímpica al imponerse en Moscú 1980. Junto a Menéndez, en el círculo de inicio estuvieron también el ímpetu de Tomasa Núñez, quien abrió la senda dorada a nivel panamericano con 54.02, en Cali 1971.
Con ella lanzó Hilda “Bambina” Ramírez, jabalinista, balista y discóbola, una lanzadora integral, sin duda una de las más grandes del país.
Y luego hay otros nombres como los de María Beltrán, Mayra Vila, Ivonne Leal, Dulce María García, Herminia Bouza, Xiomara Rivero, Sonia Bisset, Isel López, María Álvarez… Sus brazos enviaron el dardo junto a los de Osleidys en esas coronas juveniles y éxitos posteriores.
¿Hasta dónde llegó esta matancera? Después de los resultados en la categoría juvenil llegaron otros lauros que la encumbraron como una de las mejores jabalinistas de su tiempo y de la historia.
Títulos centroamericanos y panamericanos adornaron sus vitrinas, pero su gran conquista la alcanzó en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, cuando se convirtió en campeona con marca para la cita y del mundo de 71.53. Cuatro años antes, en Sídney 2000, finalizó en el tercer escalón con 66.18.
Menéndez fue, además, dos veces campeona mundial, en Edmonton 2001 (69.53) y Helsinki 2005, donde con 71.70 quebró el récord del orbe.