Claudio rodríguez. Foto: Cortesía del entrevistado |
Claudio Rodríguez o simplemente Claudio, como se le conoce en el mundo artístico, es uno de los tantos jóvenes habaneros que intenta labrarse un camino en el complejo mundo de la música. En exclusiva para la COCO conversó sobre su trayectoria, retos, sueños y proyectos futuros, ahora detenidos por las circunstancias que impone la COVID-19.
De hecho, desde que fueron reportados los primeros contagios ha empleado sus redes sociales, no sólo para mantener el contacto con el público y promocionar su música, sino también para apoyar la campaña #QuédateEnCasa y emitir notas sobre la necesidad de cumplir todas las medidas posibles para evitar la propagación de la epidemia. De él partió la iniciativa “de cantarle Felicidades, a las 21:00 (hora local), al Doctor Francisco Durán, con motivo de su cumpleaños 68, el pasado 4 de junio de 2020”.
“Como ciudadano, pero también como artista, me siento comprometido con la realidad que me rodea y, en tal sentido, me gusta obrar cuando creo que tengo a mi alcance una herramienta para contribuir con el bien común”, dice.
Tu primera experiencia musical fue casi una casualidad. ¿Cómo recuerdas ese momento?
“Era muy joven (año 2010) cuando, por primera vez, canté frente al público, en el Convento de Belén, una institución de asuntos humanitarios perteneciente a la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana. Allí trabajaba como agente de seguridad y protección, y mis compañeros conocían mi inquietud por la música, por eso, un día me invitaron a cantar en una actividad en dicho lugar. Ese momento no lo voy a olvidar nunca”.
Vivir de la música no es fácil. Requiere de talento, oportunidades, y hasta un poco de suerte. ¿Cuándo comienzas a pensar en una carrera artística?
“Después de mi primer encuentro con el público decidí prepararme, con el objetivo de forjar una carrera profesional, algo que toma mucho tiempo, esfuerzo y dedicación. En mi caso puedo decirte que he trabajado fuerte para abrirme paso dentro del mundo de la música, pues como acabas de mencionar, se necesita de muchos factores para construir un camino sólido”.
¿Cómo has enfrentado la vida artística sin los conocimientos académicos que transmiten las escuelas de arte?
“El progreso profesional es más complejo sin esos estudios. Hubiese sido muy ventajoso haber transitado por alguna escuela de arte, pues en nuestro país existe un excelente sistema de enseñanza artística. No obstante, tuve el honor de recibir lecciones de canto del gran maestro Edilio Hernández, quien aportó mucho a mi formación como cantante y me ayudó a desenvolverme con más seguridad dentro y fuera del escenario.
¿Cuáles señalarías como tus influencias musicales?
“Siempre he sido fiel seguidor de los grandes de nuestra música, pues tenemos un patrimonio extenso. Bola de Nieve, Benny Moré, Pablo Milanés, Sergio Farías, sólo por mencionar algunos, pues la lista es casi interminable. Además, me considero influenciado por otros grandes como Leoni Torres o Waldo Mendoza. Ya en el plano internacional te mencionaría a Álvaro Torres y José José.
¿Qué ha significado interpretar las canciones que el compositor Germán Nogueira ha escrito para ti?
“Es un gran privilegio y un honor que alguien de la talla del maestro Nogueira escriba temas para este servidor; ha sido gracias a sus bellas canciones que me he dado a conocer. También he tenido la dicha de grabar temas de otros grandes autores como José Valladares y Wilfredo Calderón, de este último grabé Enteramente mía y Como Esta Noche Ninguna, sencillos que también se han escuchado en los medios y en su momento lograron entrar en algunas listas de éxitos”.
Ya te has presentado en reconocidos centros culturales de la capital, ¿Cómo valoras la acogida del público?
“He tenido la oportunidad de presentarme en varios de los principales centros nocturnos y también en teatros, aunque en menor medida. La acogida ha sido buena. He vivido momentos muy emocionantes en el escenario, pues no hay nada mejor para un artista que el aplauso y el cariño de la gente. Desde noviembre del 2017 me presento cada sábado, en La Habana, en el Club Barbaram Pepitos Bar, sede del Proyecto Cultural Germán Nogueira y sus Invitados, espacio que esperamos retomar cuando la actual situación epidemiológica lo permita”.
Algunos temas de tu interpretación han alcanzado posiciones punteras en las listas de éxitos de la radio cubana y también se han escuchado en emisoras internacionales. ¿Cómo has vivido esta oportunidad?
“Me siento muy emocionado y motivado al saber que el público se ha identificado mucho con temas como; Yo te amo tanto, No te aferres a mi amor, Amando locamente y Deja que te diga, todos escritos y producidos por el maestro Nogueira. Son canciones que me han dado muchas satisfacciones, pues los oyentes las solicitan a cada rato en la radio. Aunque soy consciente de que este es sólo el comienzo y que aún me falta mucho por aprender y por hacer".
Claudio junto a la artista Nayu Méndez, mientras cantan en uno de los puntos de vacunación de la localidad donde residen. Foto: Cortesía del entrevistado |
“Puedo decirte con toda certeza que este tiempo me ha servido para pensar, reorganizarme y acumular más energía. Además, tres temas de mi interpretación fueron incluidos en el álbum Soñar una misma verdad, canciones de German Nogueira, editado por Bis Music. De igual modo, tuve el honor de participar en el Primer Encuentro Virtual Latinoamericano de Bolero, auspiciado por diferentes instituciones culturales de Venezuela. Además, he tenido algunas participaciones en televisión y tuve la dicha de realizar cuatro presentaciones, junto a la también artista Nayu Méndez, en dos puntos de vacunación de la localidad donde resido, para apoyar, desde el arte, un momento crucial como la intervención sanitaria”.
¿Cuáles son las aspiraciones, los sueños y las metas de Claudio Rodríguez?
“Deseo ver al mundo libre de esta pandemia que, de un momento a otro, nos ha cambiado la vida. Aspiro a que mi música sea más conocida y que llegue a mayor cantidad de personas. Y, por otro lado, cada día me trazo nuevas metas, tanto en el plano laboral como en el personal porque, en definitiva, la vida sin sueños, no es vida”.