Higinio Vélez, adiós a un hombre de béisbol

Vélez fue un hombre entregado al béisbol, deporte en el que tejió una gran historia y dejó su impronta. Foto: FCB.
Por: Daniel Gotay

Cuba dice adiós a un hombre de béisbol. Más de medio siglo entregado a este deporte avalan la trayectoria de Higinio Vélez Carrión.

Se puede hablar de su rol familiar, del federativo, el revolucionario íntegro; de su experiencia internacionalista en México, Nicaragua e Italia. También del hombre de carácter serio, reservado y hasta envuelto en polémicas.

Pero quisiéramos recordarlo como esa persona de origen campesino que tanto hizo por el béisbol, y que tanta gloria dio a su provincia y a su país.

Entre sus méritos resaltan las cuatro coronas en Series Nacionales, incluidas tres de forma consecutiva con la “Aplanadora” de Santiago de Cuba. Además conquistó tres coronas en las campañas llamadas Selectivas y dos en la Copa Revolución.

Foto: FCB.
Quizás se conozca menos que en sus inicios dirigió y ganó con equipos infantiles y juveniles.

En su impresionante palmarés como mentor ostenta también tres títulos mundiales y dos panamericanos, el trofeo de campeón en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, el último en las vitrinas del béisbol cubano.

Por su reconocido prestigio y vasta experiencia, por su profundo conocimiento de la pelota, tuvo la responsabilidad de dirigir la selección nacional en el I Clásico Mundial, por mucho, el evento de más alto nivel al que se han enfrentado los peloteros cubanos.

Vélez fue un director exitoso y, sobre todo, un trabajador incansable. Por ello dignificar a diario el béisbol cubano, es también un reconocimiento a su labor, porque en este deporte tejió su historia y dejó para siempre su huella.

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