Siempre joven el deporte cubano

Muchos de los deportistas antillanos son entes activos dentro de las filas de la OPJM y la UJC. Foto: Tomada de Internet.

Por: Dimelsa Martín Soria

¿Qué sería de las obras a emprender y de la vida sin el ímpetu y las ganas de cambiar, de mejorar y de avanzar de la juventud? ¿Cuán triste fuera el día a día sin la alegría y el entusiasmo de los niños? ¿Cómo funcionaría la actividad física y el deporte sin las cualidades que estos sectores poblacionales brindan?

Y no se trata únicamente de la capacidad a nivel físico de los más lozanos para llevar adelante preparaciones arduas como las necesarias para los atletas de alto rendimiento.

Se relaciona también con la constancia, la perseverancia y la objetividad con que cada uno de los jóvenes y niños atletas afrontan el hecho de llevar adelante duras jornadas de entrenamientos, en aras de colaborar con los resultados de su país elevando y honrando el nombre de Cuba. Una responsabilidad que se asume desde muy tempranas edades.

Mientras que otros chicos suelen jugar y madurar tardíamente, los atletas están soñando con victorias y medallas que solo se alcanzan a través de ese sacrifico, que es, además, la razón de ser de los deportistas cubanos, su forma de vida.

Es por esa y otras razones que el 4 de abril es siempre, que el Día de los Pioneros y la Juventud cubana, es en cada jornada del calendario.

En el deporte se evidencia, en la Escuela Nacional de Gimnasia, infantes llenos de aptitudes que, en ocasiones, para ser desarrolladas deben estar internos, alejados de sus padres para cumplir la meta, pero lo hacen con disposición.

Todos pertenecen a la Organización de Pioneros José Martí (OPJM), aglutinadora de sus actividades curriculares y políticas, y los vemos desfilar en la Escuela Nacional de Gimnasia sonrientes, a pesar de las exigencias y el rigor de esa disciplina competitiva.

Importante señalar que muchos de los deportistas antillanos son entes activos dentro de las filas de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC). Para evidenciarlo, la Escuela Superior de Formación de Atletas de Alto Rendimiento (Esfaar) Cerro Pelado publicó en su muro de Facebok postales de los boxeadores Julio César la Cruz, campeón olímpico, y el también mundialista Andy Cruz Gómez, junto a la pentatleta capitalina Leidy Laura Moya donde, con el logo “Tú eres el presente”, muestran ser genuinos exponentes del deporte y la vivacidad. Además, constituyen representación de quiénes nos llenan de orgullo.

Ya sea en instituciones como la Esfaar Cerro Pelado o como en la Universidad de las Ciencias de la Cultura Física y el Deporte, en los combinados deportivos, en las áreas especiales, en las Escuelas de Iniciación Deportiva Escolar (Eides), en las direcciones municipales y provinciales, en cada pedacito donde se respira deporte, hay un joven comprometido con su ámbito social, dispuesto a innovar y crear por el bien común.

Las escuelas de formación de profesores de educación física son ejemplo de cuanto aporta la juventud en la rama deportiva. En el caso de La Habana han sido los llamados pinos nuevos, quienes han logrado que exista una cobertura del 100 por ciento en esa esfera.

De esos muchachos se espera que sean capaces de aportar a la creación de un mejor estilo de vida y salud en las instalaciones educacionales de todos los niveles, y siembren la semilla del placer por la actividad física en el gusto de los educandos.

El apego a los valores, a la cultura, a lo que nos diversifica y nos une a la vez, son utilidades que se deben continuar fomentando.

Nuestras organizaciones no solo deben ser formas de reunión y exigencias, también deben constituir espacios de divertimento, de tramitación efectiva de inquietudes y necesidades, espacios de inclusión coherentes y de debates a camisa quitada que no se engaveten, sino que sirvan para mejorarnos como seres humanos y sociedad, que motiven a la inserción de cada vez más integrantes por el placer de componer una organización funcional.

Claro que ahí seguirá la juventud deportiva cubana a la vanguardia, con expectativas claras y con la seguridad de que, mientras existan, habrán resultados y amor.