El equipo Industriales lleva siete años consecutivos sin conquistar la corona en Series Nacionales de béisbol. Foto: Tomada de Internet. |
Con la coronación el pasado domingo de los Alazanes de Granma concluyó la Serie 60 del béisbol cubano, la que pudiera considerarse como una de las más singulares en la historia de nuestros Clásicos Nacionales.
Ausencia total de público en los estadios, poco más de seis meses de competencias, del 12 de septiembre de 2020 al cuatro de abril de 2021, y la no presencia de peloteros refuerzos en los equipos que clasificaron a la postemporada, por solo citar tres, fueron de las novedades que nos dejó la campaña recién concluida.
Para la capital, el octavo lugar de Industriales y su eliminación temprana en cuartos de finales, resultaron notas no favorables para su exigente afición, que desde 2010 no festeja un título doméstico, y desde 2014 no los ve en el podio de premiaciones.
Los azules, esta vez conducidos por Guillermo Carmona, transitaron una fase clasificatoria, en la que a la situación vivida por la mayoría de los equipos se sumaron otras penurias que acontecieron desde el mismo día inaugural.
Ante Guantánamo, su primer rival, perdieron al que partía como el hombre proa en la alineación, el jardinero Alberto Calderón, unos días después, ante Santiago de Cuba, salió lesionado el versátil Yosvani Peñalver y, desde la misma arrancada, tuvieron la ausencia del talentoso Andrés Hernández.
Luego se sucedieron otras bajas importantes, como la de su principal lanzador Brian Chi, el antesalista Jorge Luís Barcelan, y a ello se sumó la Covid-19, con el contagio de varios de sus integrantes en el mes de diciembre, lo cual provocó que el seleccionado tuviera que estar aislado y separado de la competencia durante unos 20 días.
A pesar de esas circunstancias, los llamados “Leones” lograron terminar séptimos en la tabla de posiciones, lo que les permitió enfrentar a Granma, a la postre campeón, en una serie de play off que se decidió en el quinto y último desafío. De los cuatro duelos de cuartos, este resultó el más reñido.
La actuación comparada con la temporada precedente hizo descender al seleccionado en la tabla final de posiciones, de un cuarto a un octavo lugar. ¿Cómo podemos entonces calificar la faena de la escuadra giraldilla, buena, aceptable o mala?
El deporte es de resultados y en el caso de Industriales siempre se le exige más, por lo que no podemos considerar buena la faena, aunque tampoco es mala, pues se logró el primer propósito, clasificar a los play off. Entonces nos quedamos con el calificativo de aceptable.
No obstante, hay elementos a nuestro criterio que no marcharon bien en el seleccionado y que deberán mejorarse para la Serie 61, algunos repetitivos de temporadas anteriores.
Por ejemplo, jugadores que son perseguidos por lesiones que los alejan constantemente del juego diario, algunos de ellos con cierta veteranía que tendrá que valorarse su permanencia o no en el equipo.
En el picheo, se adoleció la falta de lanzadores zurdos, solo uno que actuó como relevista, hay otros que no muestran progresos de una temporada a otra, y se continúan concediendo muchos boletos, 298 bases, octavo equipo que más boletos regaló en la temporada.
La defensa mejoró con respecto a campañas anteriores al promediar para 975, superior a la media del torneo que fue de 973, en tanto, la ofensiva que es el renglón más fuerte del plantel se quedó por debajo de las expectativas y fue la causa fundamental del revés ante Granma, en la postemporada.
En un campeonato donde siete equipos batearon por encima de 300 y la media fue de 296, los azules lo hicieron para 295 que los ubicó en el décimo escaño.
Por otra parte, resulta necesario estabilizar la dirección del plantel, en el último lustro pasaron cuatro manager, Javier Méndez, Víctor Mesa, Rey Vicente Anglada, (2 temporadas) y Guillermo Carmona, que reapareció en la Serie 60, y que a nuestro juicio debe proseguir el trabajo iniciado.
Después de la victoria en 2010, bajo el mando de Germán Mesa, Industriales solo ha clasificado a otra final, en la Serie 51 (2012) con el debutante Lázaro Vargas, que discutió y perdió la final (1-4), ante Ciego de Ávila, y el propio ex tercera base los condujo a una presea de bronce en 2014, la última medalla alcanzada.
Para 2022, cuando se dispute la final de la Serie 61, ya sumarán 12 años sin conseguir una corona, el segundo periodo más largo en la historia de nuestras Series Nacionales, solo superado por los 13 que se tuvo que esperar entre la XII Serie en 1973 y la XXV conquistada con el histórico cuadrangular de Agustín Marquetti, en 1986.
El béisbol cubano y los cientos de fanáticos que siguen a Industriales en todo nuestro archipiélago necesitan del regreso de los azules a una final. ¿Será la 61 la de los Leones?