Las 60 Serie Nacional de Béisbol demostró que ese deporte y la pasión siguen vivos en Cuba. Foto: Tomada de Twitter/ Cuba Viva. |
Casi 7 meses después, los Alazanes de Granma son los campeones de la 60 Serie Nacional de Béisbol, sin refuerzos, por primera vez en mucho tiempo y, a su vez, suman la tercera corona en cinco años.
Los granmenses constituyen auténticos titulares, pues lideraron la etapa regular, vencieron a unos combativos Leones de Industriales en cuartos de final, hicieron lo propio ante los Vegueros pinareños en semifinales y, contra el pronóstico de muchos, se impusieron a los Cocodrilos de Matanzas en la gran final.
El aplauso para el experimentado mánager Carlos Martí y su cuerpo de dirección, quienes supieron mantener el rendimiento de sus pupilos, a pesar de las ausencias de hombres clave como Guillermo Avilés, Lázaro Blanco y Roel Santos, durante buena parte de la fase clasificatoria.
Las palmas también para los matanceros, único conjunto sin reportar casos de COVID-19 de los involucrados en el trance decisivo del torneo. Los dirigidos por Armando Ferrer cayeron con honor y lucharon hasta el final, pero sus rivales realizaron una mejor labor sobre el terreno. Eso sí, tienen un equipo talentoso y seguramente estarán en la batalla por el título la próxima temporada.
Así es el deporte: unos ganan y otros pierden; un día tocas la gloria y al otro te vas a casa sin el premio deseado. La 60 Serie Nacional de Béisbol cerró las acciones este domingo 4 de abril y dejó buenas sensaciones entre la fanaticada pues, en medio de la compleja situación sanitaria, disfrutó del deporte nacional.
La dirección del Instituto Cubano de Deportes (INDER) priorizó la celebración del campeonato, a pesar de todo, y solo hubo rastros del virus en la parte final del calendario. Se debe reconocer la entrega de jugadores, técnicos y árbitros, quienes se mantuvieron alejados de sus familias durante largos periodos.
Igualmente destacó la organización del evento, muy lastrada años atrás, con una mejor visualidad y condiciones para jugar, transparencia para ofrecer información a la prensa, seguimiento a la actuación de figuras con perspectivas de desarrollo e inserción de peloteros que una vez decidieron probar suerte de forma independiente en otras ligas.
Espectacular ver el regreso de Yadil Mujica o Yadir Drake y el amor que demostraron por su camiseta. Obviamente también hubo deficiencias que se deben erradicar, pero todo no puede ser responsabilidad de la Comisión Nacional.
Cada provincia debe ser consciente de las dificultades que atraviesan sus equipos, en cuanto a lo deportivo y más allá. Sancti Spíritus resultó una digna sede en formato burbuja. El estadio José Antonio Huelga abrió el play off en una pésima situación, pero se trabajó y ofreció una mejor imagen según avanzaron los días. Ese es un buen ejemplo.
Muchos retos se avecinan, pero la Serie 60 demostró que el béisbol y la pasión siguen vivos. Sigamos sumando en todos los sentidos.