Solo cuatro carreras en tres juego fue la exigua producción ofensiva de los Leones ante Granma. ¿Despertarán ante Holguín?. Foto: Guillermo Rodríguez Hidalgo. |
El equipo Industriales sigue sin enrumbar su camino, luego de salir de la zona de los ocho mejores en las últimas jornadas.
En la pasada subserie el victimario fue Granma, conjunto que se instaló en la segunda plaza tras vencer en par de ocasiones en el Latino a los Azules de Guillermo Carmona.
Como ha sido costumbre en los últimos enfrentamientos, los Leones han contado con poca ofensiva y pitcheo relevista deficiente. Anotaron sólo cuatro carreras en tres partidos, producción ínfima si se quiere aspirar a la victoria.
En el primero de los duelos, el héroe fue Dairon Blanco al conectar indiscutible remolcador con las bases llenas para dejar al campo a los Alazanes. Ademas, el jardinero había bateado un doble anteriormente que le permitió anotar la segunda del encuentro para los capitalinos gracias al fly de sacrificio de Óscar Valdés.
Una vez más Eddy Abel García no pudo completar las cinco entradas y Andy Rodríguez tuvo que subirse en la lomita antes de lo previsto, mostrándose además con falta de control, tal y como ha enseñado en actuaciones recientes, algo que debe preocupar al cuerpo de dirección citadino.
Ya en los otros dos duelos se vieron prestaciones dispares de los abridores. Frank Herrera duró poco en el montículo y ya sabemos que significa esto para los Azules. El relevo, discreto como de costumbre.
Similar fue el trabajo de los de la parte de atrás del staff después de que dejara el box con seis capítulos y dos sucias José Pablo Cuesta. No pudieron mantener la desventaja mínima y a esto se suma que los bates industrialistas están completamente apagados.
Urge una reacción de los Leones si no desean descolgarse de los que persiguen la línea de la postemporada.
Lesionados a un lado, la labor de los suplentes se ha tornado discreta y los regulares que se mantienen en el diamante parecen no estar en dinámica positiva. Ahora, a esperar por los Cachorros holguineros.
Desde el centro del diamante seguimos haciendo swing de león.