Cuba brilla en su pedestal, con cultura y libertad

Por: Carmen Larduet

En el contexto de la Jornada por la Cultura Cubana, a su habitual dedicatoria al inicio de las guerras independentistas, se suman otras motivaciones que visualizan nuestra identidad y el sentido de pertenencia  cubano.

La mayor de las Antillas tiene el privilegio de celebrar cada año lo singular de sus territorios, las hazañas de sus hijos, su valor, y el carácter de los mismos desde cualquier período de la historia de Cuba. 

Tal es el caso de las personalidades que en este 2020 reciben especial y merecida atención nacional.

Una de las vidas celebradas es la de Omara Portuondo, pues la persigue no solo el cariño entrañable del cubano, la diva del Buenavista Social Club, está escoltada por una voz poco común, dispuesta a conquistar siempre para el país lo mismo un nuevo Grammy Latino, como la Orden del Sol Naciente en Japón con envidiable cubanía.

Otro tanto sucede con la prima ballerina assoluta Alicia Alonso, quien con su exquisita maestría es admirada y aplaudida en el planeta. 

Alonso dio a conocer a niveles insospechados la esencia de la Escuela Cubana de Ballet, con el compromiso leal de resaltar los mejores valores de la cultura nacional por el universo, por ello también se le homenajea por estos días. 

Qué decir de Elpidio Valdés, ese joven cubano, parte indisoluble de la identidad de la Isla, por la sabía decisión de continuar las luchas independentistas que comenzaron sus padres, contadas en historietas desde la televisión y el cine por la mano de su creador Juan Padrón, para el disfrute y conocimiento de diferentes generaciones de dentro y fuera de Cuba.

Otro reconocido artista que merece la atención en esta Jornada de la Cultura Cubana, se trata de Alfredo Sosa Bravo. En él la nación tiene a uno de los artistas más importantes de la Historia del Arte cubano; con su magia del color, el Premio Nacional de las Artes Plásticas ha representando lo más criollo del país y ha conquistado los más diversos lauros en naciones como Francia, Italia y Alemania, entre otras regiones europeas para beneplácito de nuestra nación.

Lo cierto es que el resultado de nuestra cubanía hará voltear siempre las miradas del universo hacia cualquiera de las historias y manifestaciones, por ese evidente don de potencia natural que ostenta, a la par de una energía positiva que muchos reclaman cada día.

Nuestra cultura cubana goza de vitalidad, así seguirá por muchos siglos, porque está respaldada por el heroísmo de un 10 de octubre y la intención de que Cuba mantenga siempre su libertad.