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| Foto: Radio Rebelde |
Por: María Karla Fernández Mustelier
En un paso firme hacia la sostenibilidad y la innovación en la gestión de residuos, la Empresa de Recuperación de Materias Primas de La Habana ha lanzado una estrategia transformadora. Esta iniciativa, basada en la cooperación con formas de gestión no estatal, marca un hito en los esfuerzos por fortalecer el sistema de reciclaje en la capital, alineándose con los lineamientos de perfeccionamiento económico y la prioridad nacional de proteger el medio ambiente.
Como objetivo central tiene una triple alianza: ampliar la cobertura de recolección de materiales reciclables, elevar la calidad de los recursos recuperados y, sobre todo, estimular una economía circular virtuosa que beneficie tanto al ecosistema como a la economía local, generando nuevas dinámicas de desarrollo.
Eugenio Rodríguez, director de la Unidad de Recuperación de Materias Primas (URB) en el municipio Playa, explicó la visión detrás de esta colaboración: "Estamos integrando capacidades para ser más eficientes y llegar a más lugares. Esta cooperación nos permite dinamizar un servicio esencial, aprovechar mejor los recursos que muchas veces se pierden y, fundamentalmente, crear una conciencia colectiva más sólida sobre la importancia de recuperar lo que usamos. Es un modelo donde todos ganan: el Estado, los nuevos actores económicos y, especialmente, la comunidad y nuestro entorno".
De profundizar en los detalles operativos y el impacto ambiental se encargó Ana Morales, líder del proyecto de desarrollo medioambiental Atabey, una de las iniciativas que participa en esta estrategia.
Morales explicó: "nos sumamos con un enfoque comunitario y educativo. No solo se trata de recolectar, sino de crear una cultura. Estamos diseñando puntos limpios más accesible y garantizando un procesamiento técnico de los materiales que preserve su valor. Esta unión con la empresa estatal nos da la escala y el respaldo institucional para multiplicar nuestro impacto. También mantenemos alianzas con otros proyectos como El Batazo de Centro Habana".
La recuperación de materias primas deja así de ser una simple actividad operativa para convertirse en un pilar de la economía circular en construcción, un proyecto donde la innovación institucional, el esfuerzo colectivo y la protección del medio ambiente se entrelazan para dar forma a una Habana y un país más limpios, resilientes y conscientes de su riqueza material.