El barrio del Romerillo fue escenario de un emotivo y revelador Barriodebate sobre el consumo de drogas. |
Por: Lien MartÃ
El barrio del Romerillo fue escenario de un emotivo y revelador Barriodebate sobre el consumo de drogas y sus impactos en la juventud, organizado por los Comités de Defensa de la Revolución y el Consejo Popular Cubanacán del municipio Playa.
El encuentro, que reunió a vecinos, especialistas y autoridades, tuvo como eje central las experiencias de jóvenes que hoy forman parte del programa de rehabilitación del Centro de Rehabilitación del Hospital Psiquiátrico Dr. Bernabé Ordaz.
Entre los testimonios más impactantes estuvo el de Frank Daniel Serrano, quien compartió cómo el consumo de sustancias nocivas lo llevó a perder el rumbo durante su adolescencia. “Me alejé de mi familia, abandoné la escuela y terminé en la calle. Pensé que no habÃa salida, pero el programa me devolvió la vida”, confesó con emoción. Hoy, Frank lleva 9 meses sin consumir y se prepara para reinsertarse en el estudio de la carrera de Licenciatura en EconomÃa en la Universidad de La Habana, alegrÃa que compartió con los presentes.
También habló Diosbel Batista RodrÃguez, quien cayó en el consumo y perdió a su mejor amigo vÃctima de una sobredosis, robó, vivió en las calles, fue a prisión... “Buscaba escapar, pero solo me hundÃa más. En el centro encontré apoyo psicológico, terapia y sobre todo, personas que creyeron en mÔ, relató.
El Dr. Yair López Guido. Foto: De la autora |
El Dr. Yair López Guido, psiquiatra del hospital, explicó que el programa de rehabilitación se basa en un enfoque integral que combina atención médica, terapia familiar y reinserción social. “No se trata solo de dejar la droga, sino de reconstruir el proyecto de vida de cada joven”, afirmó.
Por su parte, la Fiscal Brenda González destacó el papel de la justicia en la prevención y el acompañamiento, pero también en la represión ante el tráfico de drogas.
El Barriodebate cerró con un llamado a la acción colectiva. Vecinos, lÃderes comunitarios y representantes de instituciones coincidieron en la necesidad de fortalecer la educación preventiva, crear espacios seguros para la juventud y promover el diálogo abierto sobre el tema.
Este encuentro en el Romerillo, no solo visibilizó el problema del consumo de drogas, sino que mostró que la esperanza es posible cuando la comunidad se une para sanar, escuchar y transformar.