Las guerras de hoy y la hipocresía de siempre (+ Post)

No más a las guerras de hoy y su hipocresía de siempre. Foto tomada de la red social X.

Por: Leonel José Pérez Peña

Me duele Gaza, me duele Palestina, y ese mismo dolor se me clava por Ucrania y los territorios de la Federación de Rusia que forman parte de los escenarios de las guerras más mediáticas  de hoy. Me duele la muerte del hermano sometido al fuego destructor, por la hipocresía de los "señores de la guerra".

Tantos "vivos" en este mundo posmoderno, signado más por la ambición que por el desarrollo científico-técnico, arman conflictos para "defender los derechos humanos" en territorios que resultan molestos para sus planes geopolíticos y no detienen la muerte, porque ella es una consecuencia de daños "colaterales" para imponer sus ambiciones.

La mil veces calumniada Rusia por la "agresión" a Ucrania es el modo perfecto fabricado por estos "hacedores de la paz de los sepulcros", para agredir a la nación que más ha hecho por la armonía en toda la historia de la humanidad, sin reparar que sus "humanitarios" procederes afilan las armas de la Tercera Guerra Mundial. 

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quiere la paz en Ucrania para evitar la muerte de inocentes, ¡qué extravagancia!, y con tal hipocresía apoya no ya el genocidio de Israel contra Palestina y los territorios de Gaza, sino la eliminación de esa estirpe.

¡Qué hipocresía vive hoy la humanidad! Y todo por mantener el dominio hegemónico, cuando soplan los aires multilaterales que ponen fin a siglos de extorsión y saqueos; los "señores de la guerra", hiperprotegidos en sus bunkers de indiferencia, se saben derrotados por esta humanidad que "ha dicho basta y ha echado andar", para construir ese mundo mejor que se hace posible con el surgimiento de nuevas organizaciones independientes al actual sistema político global, que empieza a resquebrajar los cimientos de su sistema político y económico. 

No más a las guerras de hoy y su hipocresía de siempre, que solo traen muerte, genocidio y destrucción; sí al multilaterismo, que es la nueva esperanza de la humanidad para la paz y la justicia social.

YER

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