Cuba: la odisea y los resultados de los trenes nacionales en primer semestre de 2024

El servicio de transportación de los trenes nacionales se enfrenta a disímiles dificultades. Fotos: Naturaleza Secreta/Perfil de Facebook de Eduardo Rodríguez Dávila.

Por: Eduardo Rodríguez Dávila*

Han sido comunes en las últimas semanas publicaciones en las redes sociales relacionadas con dos accidentes en la provincia de Matanzas de trenes de carácter provincial y local, que por su limitada magnitud no generaron daños a la integridad de ninguno de sus pasajeros, pero interrumpieron el paso por la Línea Central del Ferrocarril con impactos en la circulación de los trenes nacionales, los frecuentes atrasos por fallas en las locomotoras principalmente, y el deterioro de las condiciones de los coches, en lo particular de los baños, después de cinco años de intensa explotación sin acceso a piezas de repuesto, imprescindibles para mantener la calidad y el confort de estos medios de transporte. 

Desde Facebook hemos abordado estos temas más de una vez y le hemos dedicado incluso alguna trasmisión que nos ha permitido profundizar en sus causas y en las perspectivas futuras para solucionarlos. 

El servicio de transportación de los trenes nacionales se enfrenta a disímiles dificultades, que tienen como denominador común la carencia de recursos, en particular los importados (la mayoría de los necesarios), independientemente de que siempre existen deficiencias organizativas que también inciden en la calidad del servicio.

Quizás estamos viviendo el momento más complejo en la disponibilidad de recursos de un sistema de transporte con alta responsabilidad, pues como promedio se trasladan casi mil personas en cada viaje. 

El bajo salario de los trabajadores, entre otras cuestiones, ha complejizado la situación económica de la entidad y su estabilidad.

Los bajos salarios de los más de 370 trabajadores de la empresa Rutas Nacionales, encargada de prestar este servicio, y el encarecimiento de los productos y servicios que esta institución contrata a terceros para brindar el suyo, entre otras causas, han complejizado aún más la situación económica de la entidad y ha afectado la estabilidad de sus trabajadores, entre los que más fidelidad han tenido siempre en el sistema ferroviario del país. 

La subvención aprobada este año por el Gobierno empieza a mejorar y puede contribuir a transformar esa realidad −ya la empresa no está en pérdidas desde de febrero−; pero el escenario del primer semestre del año ha estado matizado por todas esas dificultades que bien pudieran conformar una odisea mayor para este servicio de transportación pública de pasajeros. 

Sin embargo, la empresa en el primer semestre transportó 455 mil 500 personas, 27 mil 511 más de las planificadas, con un sobrecumplimiento del 106.5 por ciento (%). Y a pesar de todos los pesares, los trenes nacionales transportaron unos 10 mil pasajeros más que en igual etapa del año anterior, aun cuando los trenes vieron limitados sus coches a solo 11, cuando estaban planificados para 12. 

La clave de estos resultados estriba en buena medida en el alto nivel de ocupación de los trenes, que llegó al 97% de toda su capacidad, cuando la planificación para este año era de 87% y fue de 85% en el 2022, con un comportamiento histórico que no superaba el 79%. 

Cada vez más los trenes nacionales atienden las necesidades de transportación de pasajeros.

Para haber transportado los 27 mil 511 pasajeros más que lo planificado en este primer semestre, hubiese sido necesaria la suma de todos los pasajeros que transportan 28 trenes, considerando que como promedio en cada uno de ellos viajan 984 personas. El éxito fue el de aprovechar muy bien las capacidades disponibles. 

Una mejor gestión comercial permitió aprovechar las capacidades de transportación en cada tramo, en circunstancias en la que no pocos pasajeros viajan solo una parte de la travesía y quedan esas capacidades disponibles. 

Cada vez más los trenes nacionales atienden las necesidades de transportación de pasajeros que necesitan desplazarse entre provincias relativamente cercanas y no encuentran otro medio de transporte a los precios ofertados por los trenes nacionales. Por lo tanto, la responsabilidad de esta empresa es mayor. 

Pudiera regresar a la odisea, con la disminución de los coches y las locomotoras en funcionamiento, con el consiguiente impacto en el servicio; el deterioro de la infraestructura ferroviaria, particularmente de la vía, que obliga a disminuir de forma significativa las velocidades y alarga la duración de los viajes; las dificultades para garantizar una alimentación adecuada para pasajeros y tripulantes; los daños en los baños y en la higiene del tren provocados por la irresponsable actitud de algunos pasajeros, y la aún más incomprensible, de quienes agreden a los trenes y ponen en peligro la vida de las personas que viajan en ellos, incluyendo la de niños. Contra los responsables de esos hechos, exigiremos se aplique el máximo rigor de la ley. 

Seguiremos combatiendo para transformar ese complejo escenario; pero al profundizar en cómo han sido estos primeros seis primeros meses del año para el servicio de transportación de los trenes nacionales de Cuba, no encuentro otra manera de terminar estas líneas que no sea expresando admiración por los trabajadores de la empresa Rutas Nacionales y los de toda la Unión de Ferrocarriles de Cuba que han hecho posible estos resultados.

* Titular del Ministerio de Transporte de la República de Cuba

Tomado de: Perfil de Facebook de Eduardo Rodríguez Dávila

YER

Publicar un comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente