Sueño y realidad: los círculos infantiles en Cuba

Foto tomada de la cuenta en X del Partido Comunista de Cuba.

Por: Ania González Rodríguez

Primero fue un sueño en la mente de Fidel Castro Ruz y Vilma Espín Guillois, luego con la voluntad política del Estado revolucionario y el acompañamiento de miles de cubanos, la Isla se convirtió en un gran jardín, donde los niños fueron los capullos más preciados, allí también la mujer antillana tomó las riendas de una obra incalculable, con el protagonismo de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) al frente de la cual estaba Espín Guillois.

Mucho tenemos que agradecer las trabajadoras cubanas a los círculos infantiles. Al principio los niños entraban siendo lactantes y las "seños" se convertían en sus segundas madres, el quehacer
era titánico y de consagración, pero de tanto amor, que llegó al corazón de millones.

Conozco mujeres que hoy son abuelas jubiladas y estuvieron en los cuneros de los círculos infantiles, más tarde fueron parvulitas que pasaron por las diferentes edades y se fueron del círculo solo cuando terminaron preescolar.

¡Qué gran obra! Sí, esta que hoy cumple 65 años de entrega en favor de la familia cubana y, primero, de la emancipación e incorporación de la mujer a todas las tareas de la sociedad.

Felicidades a las trabajadoras y trabajadores de los círculos infantiles, creación de valores sin límites que tenemos que defender como al mismo proyecto social que los dio a luz, con todos y para el bien de todos.

Por ser testigo y beneficiaria de lo mucho que significan, abogo por un monumento a su existencia.

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