Foto: ACN. |
Por: Redacción Digital
Encabezado por Jorge Luis Broche, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y jefe del Departamento de Atención al Sector Social, se realizó el homenaje póstumo al narrador deportivo cubano Roberto Pacheco, Premio Nacional de la Radio 2018, en la grama del capitalino estadio Latinoamericano.
En el lugar donde tantos juegos de béisbol narró Pacheco, fallecido este 15 de mayo, a los 81 años, se encontraban Alfonso Noya, presidente del Instituto de Información y Comunicación Social, y Osvaldo Vento, presidente del Instituto Nacional de Deportes Educación Física y Recreación, junto a Celia Pacheco (hija), familiares, amigos y directivos del béisbol cubano.
La pizarra del Coloso del Cerro exhibió este viernes imágenes del "dicharachero" que tanta alegría transmitía en sus narraciones de béisbol o boxeo.
Con su icónica frase de "Sabroso" u otras como su ya histórica "Fórmula Uno, café poquito y cigarro ninguno", Pacheco, que le aportó 51 años de trabajo a la emisora Radio Rebelde, se ganó la simpatía de sus oyentes.
Siempre atento, aseveró en una ocasión que recibía alrededor de 150 llamadas diarias al programa Deportivamente, y que se consideraba un hombre satisfecho por haber compartido época con su gran ídolo, el Comandante en Jefe Fidel Castro.
Ya no se oirán más por Radio Rebelde sus jocosas frases "trío de los paticos" (cuando la pizarra marcaba que había dos outs y el bateador estaba en conteo de dos bolas y par de strikes), o "póngale música, maestro" (cuando un jugador conectaba jonrón), pero la huella única de Pacheco, quien estuvo más de dos décadas al frente de las Peñas Deportivas de Cuba, quedará siempre.
Tomado de la Agencia Cubana de Noticias
La pizarra del Coloso del Cerro exhibió este viernes imágenes del "dicharachero" que tanta alegría transmitía en sus narraciones de béisbol o boxeo.
Con su icónica frase de "Sabroso" u otras como su ya histórica "Fórmula Uno, café poquito y cigarro ninguno", Pacheco, que le aportó 51 años de trabajo a la emisora Radio Rebelde, se ganó la simpatía de sus oyentes.
Siempre atento, aseveró en una ocasión que recibía alrededor de 150 llamadas diarias al programa Deportivamente, y que se consideraba un hombre satisfecho por haber compartido época con su gran ídolo, el Comandante en Jefe Fidel Castro.
Ya no se oirán más por Radio Rebelde sus jocosas frases "trío de los paticos" (cuando la pizarra marcaba que había dos outs y el bateador estaba en conteo de dos bolas y par de strikes), o "póngale música, maestro" (cuando un jugador conectaba jonrón), pero la huella única de Pacheco, quien estuvo más de dos décadas al frente de las Peñas Deportivas de Cuba, quedará siempre.
Tomado de la Agencia Cubana de Noticias
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