Realizan investigaciones en zonas de interés de La Habana y Matanzas

Uno de los sitios arqueológicos donde se realizan excavaciones es La Cañada. Foto tomada del diario Granma

Por: Redacción Digital

Un novedoso proyecto arqueológico cubano busca salvar todo lo referente a las comunidades aborígenes que habitaron tres zonas claves del occidente de la Isla, con el objetivo de no perder la información y la historia de la localidad ante los efectos del cambio climático.

Miembros del Gabinete de Arqueología de La Habana, el Comité Espeleológico y el Gabinete de Arqueología de la Oficina del Conservador de Matanzas, e integrantes del proyecto Arqueo-Cuba (que incluye expertos de la Sapienza Universidad de Roma, el Jardín Botánico de Roma y la organización no gubernamental ARCS Culture Solidali), llevan a cabo las investigaciones en zonas de interés de La Habana y Matanzas.

En declaraciones al periódico Girón, la directora del Gabinete de Arqueología de La Habana y de los trabajos arqueológicos, Lisette Roura Álvarez, señaló que los sitios escogidos están siendo sometidos a cambios drásticos producto del cambio climático, fenómeno del cual se busca mitigar los efectos a través del proyecto Arqueo-Cuba, que incluye contenidos docentes y medioambientales y busca el desarrollo territorial de las regiones intervenidas.

Sobre las labores que se llevaron a cabo en La Cañada, sitio arqueológico matancero, Leonel Pérez Orozco, director de la Oficina del Conservador de la Ciudad de Matanzas, señaló los indicios de que una gran habitación se encontraba en el espacio donde se encontraban excavando. Lo corrobora el hallazgo de una abundante cantidad de cerámicas, de asas decoradas antropomorfas y zoomorfas, que vuelven al lugar de relevancia. 

"En el Occidente hay muy pocos sitios agroalfareros, o sea de comunidades agricultores-ceramistas, que se hayan intervenido. Este es uno de ellos y ahora mismo estamos encontrando piezas que no se habían reportado para la región", explicó también la experta Roura Álvarez.

El arqueozoólogo de la delegación habanera, Osvaldo Jiménez Vázquez, expuso que fue tan importante lo que obtuvieron de la tierra como del mar. Entre los resultados preliminares de la excavación, señaló la presencia de jutías, sobre todo la conga, que fue la más habitual en el pasado, y otras tipologías que no tienen nombre común porque desaparecieron, como las ratas espinosas, la jutía de colón y la enana.

Jiménez Vázquez testificó que las mayores evidencias corresponden a la fauna marina, donde se han detectado cerca de 16 especies de peces, además de tortugas como el carey. 

El amplio cronograma de trabajo del proyecto Arqueo-Cuba: arqueología y sostenibilidad ambiental por una cooperación se extendrá hasta el año 2024. Como parte de sus actividades, se realizará el I Congreso Cubano de Arqueología Histórica, previsto para noviembre de este año en Matanzas.

Tomado de: Granma

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