Lázaro García: El sueño de un trovador

Foto: Cubadebate


Por Abel Rosales Giralte

Junto a Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Vicente Feliú, Noel Nicola y otros grandes de la música en Cuba, Lázaro García fundó el Movimiento de la Nueva Trova. 

Habría bastado una canción para que el también compositor de la central provincia cubana de Cienfuegos, marcara la historia musical de nuestro país: “Si de tanto soñarte me hago daño no es extraño si la brisa simula bien la camisa con que se viste este año en que reclamo y extraño su sonrisa”.

Si de tanto soñarte, combina poesía y música con el mejor sentimiento de un heredero de la trova tradicional cubana. El 15 de abril de 2022 las guitarras callaron en la isla mayor del Caribe ante la muerte de Lázaro García.

Su amigo, el trovador Vicente Feliú valoró altamente su fidelidad: “Lázaro García, no lo dude nadie, es un trovador de pura cepa, de esos que saben de donde son —el ombligo—, hasta donde van —el infinito—, y que ha sabido cultivar, más acá y más allá de la canción, la amistad”.

Hoy volvemos sobre la inolvidable composición del trovador que recibió muchos premios y reconocimientos nacionales como el Maestro de juventudes y el Premio Uneac, Unión nacional de Escritores y Artistas de Cuba, por la obra de la vida. 

Lázaro nos enseñó con su obra el amor a la tierra que lo vio nacer y la entrega sin límite a la música. Su sueño ha crecido y la guitarra si entonando los acordes conocidos: “No voy a hablarte de amores basta de hacer poesía no quiero más fantasía adornando sinsabores. Voy a trocarte las flores por la espina de mi voz quiero que surja el amor del fondo de estos dolores”.

AMC

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