El Deporte Rey es el Deporte Rey. Por él debemos comenzar este comentario sobre la fuerte rivalidad enfrentada por los deportistas cubanos y latinoamericanos en los JuegosPanamericanos Sao Paulo 1963. Y es muy importante al hablar de una victoria tener muy en cuenta contra quien se obtuvo.
Se escribe fácil:
Enrique Figuerola se impuso en los 100 metros planos, con 10.3, en la pista de
la ciudad brasileña que fue sede de los IV juegos del continente americano. Aun
cuando venía avalado por su cuarto puesto en la justa olímpica Roma 1960 (10.3),
su contrario principal en el papel y para no pocos el favorito, era el
estadounidense Ira Murchison, integrante del equipo ganador del relevo corto en
Melbourne 1956, quien gozaba de buen fogueo y preparación exquisita. Y no solo
el santiaguero lo derrotó: el venezolano Arquímedes Herrera ocupó el segundo
puesto con 10.4. Ira, tercero: 10.5.
En 200, Arquímedes
ocupó el sitio de bronce mientras su
compatriota Rafael Romero lograba el cetro, seguido de Olian Cassel; todos con
igual tiempo: 21.2. Recuerden que Fortún consiguió 21.3 al triunfar en Buenos
Aires 1951. El subtitular junto a Murchison, Johnson y Young ganaron el
relevo y enviaron al sitio plateado a los
morochos Romero, Herrera, Estévez y
Thomas, 40.4 por 40.5.
En 110 con
vallas Lázaro Betancourt subió al tercer peldaño: 14.3. La victoria para Blaine
Lindgreen con Willie May como principal contrario con 13,8 y 14. May, vallista
de plata en Roma 1960 (13,8) Buena labor del triplista Ramón López Fleites: plata con 14.08. Los
peloteros rescatan la supremacía perdida
en
Para Miguelina Cobián la contienda resultó difícil. Vicecampeona en los 100 lisos (11,5), solo superada por Edith McGuire (Estados Unidos) con el mismo tiempo pero entró primero. Tercera, Marilyn White (11,7) coterránea de Edith. En los 200, la nuestra con 24 siguió los pasos de la vencedora: Vivian Brown (23.9).
En el relevo 4 x 100, Marilyn y Vivian se unieron a Willie White y
Norma Harris y vencieron a nuestro cuarteto: Irene Martínez, Fulgencia Romay, Nereida
Borges y la Cobián, 45.6`pot 46.4.Willie
ganó el salto largo (6.15), seguida de la brasileña Iris Goncalvez (5.65) y la
McGuire (5.48).
Estas
deportistas estadounidenses brillaron en el magno certamen: Edith, segunda en los 100
de Tokio 1964 (11.6) y dama dorada en los 400 (23 segundos). Ella,
Marilyn y Willie formaron parte del colectivo plateado en el combate del cambio
de batón en la ciudad japonesa. La otra: la fenomenal Wyomia Tyus. En los 100
de Tokio, Marilyn fue cuarta, mas ella y
la polaca Kloblukowska (tercera)
entraron luego de la subtitular aunque con
igual tiempo: 11.6.
Primera
esgrimista de la patria de Fonst que sube a lo más alto del podio en este
clásico: Mireya Rodríguez, la barbera de Carlos III, El 60 kilos Roberto Caminero, más conocido por
Chocolatico Pérez, primer campeón su país en el pugilismo panamericano. Leonardo
Alcolea, segundo entre los medios.
Todavía no existía la Escuela Cubana de Boxeo y los de Estados Unidos,
Argentina y Brasil tenían mayor dominio
en el tipo olímpico.
Meritorio lo
alcanzado en gimnasia artística; bronce
por equipos tanto los hombres como las mujeres y la plata en manos libres de
Héctor Ramírez y el tercer lugar de Yolanda Williams en las asimétricas.
Un equipo
varonil de Estados Unidos había quedado quinto en Roma 1960 y, a pesar de no
ser entonces la maravilla que han sido, sus compatriotas eran dueñas de una
preparación técnica, física, y estética superior a la de las nuestras además de
contar con mayor experiencia. El principal escaño les correspondió a sus
seleccionados de dicha disciplina en Sao Paulo.
La Mayor de las Antillas con 14: 4-6-4, quintos en el medallero. En Cali 1971 viviríamos el gran salto y en La Habana 1991 escribiríamos un magnífico poema. Hacia allí irá este periodista con sus textos, sin dejar de ir posteriormente a la actualidad de su patria en estos clásicos y los de Centroamérica y del Caribe.