Foto: Boris Luis Cabrera.
Por Redacción Digital
Después de la emocionante victoria de los Portuarios ante Centrales en uno de los playoffs de la Liga Élite del Béisbol Cubano, no habrá un aficionado de estos guerreros que no crea en la posibilidad de verlos encaramados en lo más alto del podio alzando el trofeo de campeones.
La increíble hazaña que han protagonizado estos estibadores con el inquieto Michael González al frente, es capaz de hacer añicos cualquier vaticinio y sacudir al más fuerte de los adversarios que los pueda retar en una serie corta al mejor de siete partidos.
Un equipo exaltado y en estado de gracia es un torbellino sobre el terreno de juego y ya dieron una clarinada al vencer al favorito Centrales plagado de figuras y reforzado con atletas llegados de otras ligas profesionales.
Esta actuación épica de una escuadra que no entrega banderas nunca, que fue capaz de eslabonar cadenas de victorias para salir del sótano de la tabla de posiciones y de remontar marcadores adversos en terrenos ajenos, hay que tenerla en cuenta a la hora de buscar un favorito para este duelo final.
Sin embargo, en la trinchera opuesta no estará un adversario cualquiera. Los Agricultores de Carlos Martí se han pasado toda la campaña tranquilos en la primera posición cabalgando sin presiones y liquidando a golpe de hachas a todos los contrarios que le salieron al paso en el camino.
Llegaron a la semifinal con la ofensiva más potente del campeonato a enfrentar a unos tabacaleros que presumían de un staff de pitcheo con currículo suficiente para hacerles frente, y los arrasaron sin piedad en solo cuatro partidos, para dejar un mensaje claro a cualquiera que intentara retarlos en la gran final.
No hay dudas, estos centauros saldrán al ruedo como la escuadra predilecta de los especialistas y sería muy osado quitarle ese privilegio, pero el factor psicológico y la motivación grupal en el deporte pueden ser determinantes y esos benefician ahora mismo a los guerreros de occidente.
La inercia con la que llegarán al ruedo del Mártires de Barbados de Bayamo es envidiable y creo que eso puede inclinar balanzas. La historia está llena de ejemplos donde un equipo inferior ha destruido rivales y en este caso no es una quimera pensar que esto pueda suceder.
A estas alturas poco importan los récords individuales ni las estadísticas, la experiencia y la historia, los nombres y las medallas que cuelgan en los pechos. Ahora el estado de ánimo de los Portuarios exacerba las habilidades individuales de sus huestes y los convierte en un contrario de cuidado para cualquier contendiente.
El béisbol es un deporte impredecible donde los factores subjetivos tienen un peso enorme y eso dictará las leyes en este encuentro final. Apoyemos a los nuestros. Nos vemos en el estadio.
Tomado de Tribuna de La Habana