Historias centroamericanas: jamaicanos exaltados post morten al Salón de la Fama

Por Víctor Joaquín Ortega

En la exaltación de cuatro corredores jamaicanos, a pesar de haber fallecidos, al Salón de la Fama de Centroamérica y del Caribe, tengo respuesta y apoyo para mi opinión frente a la negativa existente, en diversas premiaciones nacionales e internacionales, de abrazar este hecho justo.

Dicho error aparece más allá de lo deportivo. La muerte no derrumba lo realizado en la existencia, y lo positivo de los seres humanos hay que mantenerlo vibrando como guía para las nuevas generaciones.

¿Cómo no llevarlo a cabo en relación con atletas del nivel de George Rhoden, Arthur Wint, Herbert McKenley y Leslie Lang? Los tres primeros entraron en ese recinto el  27 de noviembre de 2003; Leslie en el  3 del mismo mes, pero de 2005. Cabe señalar que la velocista cubana Marlene Elejalde gozó del mismo proceso justiciero, y arribó  el 5 de noviembre de ese año.

Hoja de servicios de Rhoden: oro olímpico en los 400 metros planos en Helsinki 1952 y adiós a la marca olímpica: 45.9 segundos. También poseía el récord del orbe entonces: 45.8. Otra dorada al integrar el relevo 4 x 400 y también otro registro universal superior; 3:03,9 minutos en la misma lid. Dos plateadas y un bronce en la vuelta a la pista  de los centrocaribes y un título y un subtítulo en los 800. En relevo corto agrega un sitio supremo y un segundo escalón; en el 4x400, par de cetros y un sitio de plata.

Wint logró la corona de los 400 en Londres 1948 y fue segundo en los 800 añadió el gran triunfo en el relevo largo cuatro años después y otra sonrisa de plata en la batalla individual de los 400. Amo de esa especialidad en los Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla 1946, y formó parte del colectivo vencedor en la lid larga del cambio de batón. Leslie, tercero con el testigo en el contundente triunfo de su patria en el  4x400 olímpico efectuado en Finlandia en 1952. En los centrocaribes, oro en los 200 lisos y en ambos relevos.

Para el final dejo al  más polifacético, participativo y competitivo: McKenley. Subcampeón en los 100 metros lisos en 1952 con el mismo tiempo del as, el estadounidense Lindy Remigino, con 10.4 segundos;  únicamente superado por Wint en los 400 por 46.2 por 46.4. En esta distancia le ocurrió parecido cuatro años más tarde: solo por debajo de su coterráneo Rhoden quien entró primero con igual tiempo: 45.9.

Héroe del relevo 4x400: le entregan tarde, Moore le saca 12 metros. No se amilana, piernas y alma a galope potente. Y Rhoden recibe  el batón con ventaja de dos metros y puede vencer al gran Whitfield. Sin la hazaña de McKenley, Jamaica no hubiera conseguido la victoria ni habría  quebrado la plusmarca universal al conseguir 3:03.9, una décima de segundo mejor que la cuarteta plateada de Estados  Unidos.

Herb también obtuvo dos terceros lugares (100, 200 y 400) en los Juegos Panamericanos Buenos Aires 1951,  y en la lid centrocaribeña  ganó las de plata en la prueba reina en 1946 y  1950 y de igual metal en los 200 en este último año. Por fin venció en 200 y pudo dejar a Rafael Fortún en el peldaño segundo cuatro años más tarde.

El nuestro contando ambos clásicos lo derrotó en las cinco ocasiones individuales anteriores en que se enfrentaron. En los relevos, el de Jamaica atesoró una de oro en 4x400 y una de plata en el corto. Fortún estaba en el equipo que se impuso en esta última carrera, efectuada en Ciudad de Guatemala 1950.

En próximas ediciones les prometemos escribir sobre Marlene Elejalde.

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