Un nuevo strike al olvido

Como parte de las iniciativas para visualizar la historia del beisbol cubano será reinaugurado este martes 27 de diciembre el monumento al pelotero cubano Emilio Sabourin en el Vedado capitalino


Por: Sender Escobar

El regreso al pasado a través de la historia es el modo más certero para comprender nuestra realidad. Sin embargo el recorrido del beisbol por las bases del tiempo estuviese incompleto sin conocer a quienes hicieron posible convertir un juego extranjero en un deporte que rápidamente adquirió matices de religión para muchos cubanos.

Durante el siglo XIX el beisbol funcionó como una expresión de identidad criolla y rebeldía anticolonial contra la metrópoli española. Emilio Sabourin fue uno de los jóvenes habaneros recién llegados de los Estados Unidos, que trajo consigo a Cuba una pasión que lo haría pararse en el cajón de bateo de la inmortalidad.

Participante en el trascendental juego del Palmar de Junco, 27 de diciembre de 1874, y fundador del primer campeonato organizado de beisbol en Cuba, sería más que nada un manager triunfador en los torneos nacionales frente al equipo Leones del Habana, del cual también uno de sus primeros miembros.

Pero la causa independentista reiniciada el 24 de febrero de 1895 hizo de Sabourin un estratega en el difícil juego de las conspiraciones en la capital de Cuba para apoyar al Ejército Libertador con armas compradas a los propios españoles y reunir municiones con destino al campo insurrecto.

Arrestado por el intento de rescate al general Julio Sanguily, apresado en La Cabaña, el destierro fue la condena definitiva de Sabourin en la prisión española de Ceuta, donde sería compañero de Juan Gualberto Gomez. Más las condiciones de la prisión, harían un rápido y mortal efecto en la salud de Sabourin. 

Víctima de la tuberculosis falleció el 5 de julio de 1897. Juan Gualberto realizaría una crónica sobre las últimas y difíciles horas del pelotero, a quien acompañó, hasta que la vida de Sabourin firmó su epílogo lejos de Cuba: 

Fue no sólo un entusiasta partidario de ese “sport” regenerador del organismo humano, sino también un apasionado amante de las libertades (…) Me dejó el convencimiento de que había amado entrañablemente, y casi por igual, estas tres cosas; el Base-Ball, la Familia y la Patria. 

En 1953 como homenaje al centenario de su nacimiento fue inaugurado un pequeño monumento donde se fundó el club Habana y radica actualmente el hospital América Arias en el Vedado habanero, más su antigua ubicación no permitía que observarlo fuese una acción fácil y cotidiana. 

Previo al Día del Beisbol Cubano el próximo 29 de diciembre, este martes en el parque de línea y G se cantará un nuevo strike al olvido cuando sea reinaugurado el monumento a Emilio Sabourin, uno de los indiscutibles padres del beisbol cubano.

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