Frank País visto a través de los ojos de Luis Clergé

Frank País García. Foto tomada del sitio web de la televisión de Santiago de Cuba. 

Por: Ania González Rodríguez

El 7 de diciembre es un día repleto de acontecimientos históricos relacionados con las luchas por la libertad de Cuba, desde las guerras mambisas contra la colonia española hasta la última etapa de lucha armada liderada por Fidel Castro y en nuestros días, después del triunfo revolucionario.

Entre esos acontecimientos trascendentes está el natalicio en 1934, en Santiago de Cuba, de Frank País García, quien fuera el Jefe Nacional de Acción y Sabotaje del Movimiento 26 de Julio e integrante de su Dirección Nacional.

De él queremos hablar, a través del testimonio de Luis A. Clergé Fabra, vecino, amigo y combatiente clandestino a las órdenes de Frank, que nos lo muestra inmensamente humano, pero cercano y familiar, como alguien que nos acaban de presentar.

¿Cómo era Frank País físicamente, visto a través de los ojos de Clergé?

"Su figura llamaba la atención por su porte correcto, andar rápido y decidido, y si llegabas a mirarlo a los ojos podías descubrir la fuerza interna que emanaba de una mirada tierna y enérgica a la vez, pero sobre todo ajena a la maldad y los vicios de una sociedad que nos proponíamos cambiar".

Sobre una característica que se destacaba en él, su pulcritud, cuenta nuestro testimoniante:

"Frank era pulcro y ponderado en el vestir. Cuando el 29 de noviembre me citó para darme las instrucciones del acuartelamiento, estábamos frente a una tienda por departamentos, El Encanto. Sacó su pañuelo y lo miró. De inmediato entró al establecimiento y compró dos pañuelos blancos y me ofreció uno.

"Estaba a punto de encabezar una acción que entraría en la historia de Cuba y él lo sabía, sin embargo, no podía soportar un pañuelo sucio en su bolsillo".

En este párrafo resume Clergé Fabra la personalidad del joven héroe: "Así era Frank, capaz de componer música, tocar el órgano, el piano, el acordeón, pintar, componer versos y expresarse en una prosa encendida típica de los jóvenes de la época. Pero esas mismas manos empuñaban el arma redentora y justiciera".

El amigo y combatiente que lo admiraba y tanto lo respetaba nunca reparó por aquellos días de lucha en que Frank, su jefe, era casi un muchacho como él. De esta forma lo expresó en su posterior reflexión:

"Muchos años después de su muerte, me percaté de que solamente era dos años mayor que yo. Era tal su aplomo, ese carisma subyugante que adornaba su personalidad, la pasión revolucionaria que lo animaba, que a mí nunca se me ocurrió cuestionar una decisión o una orden suya, a pesar de que casi teníamos la misma edad".

Frank País García tenía al ser asesinado el 30 de julio de 1957 solo 23 años.

YER

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