Completar la cobertura docente: un reto del sector educacional en La Habana

Foto: Anabel Díaz Mena/Granma. 

Por: David Hidalgo Illarramendi

Completar la cobertura docente en los centros de enseñanza de La Habana es uno de los retos que afronta el sector de la Educación en la capital cubana.

Desde hace varios años el magisterio es una de las carreras menos solicitadas entre los jóvenes graduados de secundaria básica y preuniversitario, lo cual ha dificultado suplir las filas de tan importante gremio. 

Según autoridades del ramo en la provincia, existe una necesidad de más de tres mil 900 docentes, siendo Playa, Plaza de la Revolución, Arroyo Naranjo, Diez de Octubre y San Miguel del Padrón algunos de los municipios más afectados en ese sentido.

Con esto en cuenta, Aimé Álvarez Pérez, subdirectora general de Educación en La Habana, expresó a la emisora COCO que se trabaja en diversas iniciativas que permitan incorporar personal a las actividades lectivas en favor de garantizar el cumplimiento del programa de estudio.

“Entre las alternativas más significativas contamos con los contratos por horas, eso quiere decir que profesores de las enseñanzas de adultos y otras personas que en algún momento ejercieron esta profesión y que hoy trabajan en otras instituciones, pueden contratarse y cubrir por horas clases de las asignaturas más afectadas que en este caso son Matemática, Español, Física e Historia.

“De igual manera, promovemos el destacamento Yo Soy el Maestro, donde llamamos a los organismos del territorio, con el fin de que los trabajadores del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), la Cultura y Salud Pública, que antes fueron docentes, acudan a apoyarnos en las escuelas.

“También contamos con la iniciativa Educando por Amor, una tarea en conjunto con las universidades, que nos ha permitido vincular a 177 estudiantes universitarios de diferentes carreras a las actividades lectivas”.

Si bien, estas alternativas ofrecen variadas soluciones a las necesidades docentes de los diferentes territorios de la capital cubana, todavía queda mucho por hacer para dar por resuelto este problema.

En tal sentido, es necesario lograr el acercamiento de los estudiantes a las carreras de perfil de magisterio a través de los programas de formación vocacional, los círculos de interés y la interacción directa con las escuelas formadoras de maestros de la ciudad. 

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Del mismo modo, se debe motivar a los maestros mediante el reconocimiento a tan humana profesión y realzar la trascendente labor que realizan, más allá de las instituciones docentes, cercanos a la familia, en la comunidad y también en la formación de valores y principios de las nuevas generaciones. 

YER

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