El conocimiento, una de las claves para tratar el dengue

Foto: Julio Martínez Medina/Granma. 

Por: Redacción Digital

El conocimiento, tanto por parte del personal médico como de la población, marca, en muchas ocasiones, la diferencia entre la vida y la muerte de un paciente. Justo en el conocimiento podemos encontrar la respuesta a una interrogante que guió los análisis de un nuevo encuentro del presidente de la República, Miguel Díaz-Canel, con expertos y científicos para temas de salud.

"¿Se puede evitar la muerte por dengue?", preguntó ante el auditorio el doctor Osvaldo Castro Peraza, especialista del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), al referirse al manejo clínico que se realiza en Cuba a los pacientes adultos que enferman con el virus.

"Sí, la muerte por dengue puede evitarse", respondió el especialista. La clave para ello –aseguró– está en el cumplimiento de cuatro elementos básicos que definen el tratamiento a esa enfermedad.

El primero, explicó, radica en que todo el personal médico y de Enfermería que atiende a esos pacientes tiene que estar entrenado y capacitado en el manejo clínico. El principal medicamento, la principal tecnología que tenemos hoy para tratar el dengue es el conocimiento; no existen un medicamento, ni un fármaco milagroso, ni una vacuna, que puedan ayudarnos a prevenir o curar el dengue, subrayó.

Esencial consideró también la educación a la población, no solo en lo que hemos venido haciendo durante muchos años, que es en el control del vector, sino también en lo referido a que los enfermos y la familia tengan conocimientos básicos sobre los síntomas y signos de alarma que pueden ser determinantes para atender con oportunidad la enfermedad y, en consecuencia, acudan a los servicios de Salud con prontitud.

La vida de un enfermo de dengue no se salva en las terapias intensivas, insistió, a estas llevamos a los pacientes muy complicados; los enfermos de dengue se salvan desde los primeros días, y en ello desempeñan un rol importante la atención primaria y los servicios de atención secundaria que se encargan del seguimiento y la evaluación de los casos.

El tercer aspecto, confirmó, es tener una clasificación de casos –de la cual disponemos en Cuba– basada en síntomas y signos, que incluye los de alarma, así como contar con las guías y los flujogramas de atención.

Por último, y no por eso menos importante, destacó todo lo asociado con el reordenamiento de los servicios médicos, o sea, dijo, la organización de la atención en los tres niveles.

Unido a esos elementos, Castro Peraza puso especial énfasis en la idea de que el dengue es una sola enfermedad, y como tal debe ser manejada. Hay muchos casos en estos momentos, detalló, que ni siquiera sangran y, sin embargo, llegan graves a las terapias.

Ello está relacionado con el hecho –pormenorizó– de que "el principal evento fisiopatológico que agrava a un enfermo de dengue es la extravasación de plasma, que no es más que el líquido de la sangre que se escapa hacia afuera de los vasos sanguíneos y reduce el volumen de sangre, produciendo una insuficiencia circulatoria".

Foto: Estudios Revolución. 

Cuando comienza este fenómeno, que se expresa clínicamente con los signos de alarma, la enfermedad pasa a ser grave, aseguró. En tal sentido, llamó la atención sobre síntomas como dolor abdominal, vómito, acumulación de líquidos, sangrados de mucosa, desmayos y otros que expresan que han comenzado la fase crítica y el periodo de agravamiento.

En el transcurso de su explicación, el destacado especialista refirió igualmente un grupo de experiencias acumuladas por los investigadores del IPK, durante tres de las epidemias de dengue vividas en el país, a partir de las cuales se han podido modificar conductas de actuación en beneficio de la atención a los enfermos. "Tratar bien a un paciente no solo evita la muerte, sino también la gravedad", acentuó.

Al respecto, el jefe de Estado antillano comentó la importancia que reviste para el tratamiento oportuno de los enfermos no solo la habilidad de los médicos y la preparación del personal de Salud Pública encargado de atenderlos, sino también la prontitud con que acudan a las consultas las personas ante la presencia de los síntomas asociados al virus.

En el encuentro –el cual estuvo presidido también por el miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y primer ministro, Manuel Marrero Cruz– se dedicó especial atención a las particularidades que tiene el tratamiento del dengue en edades pediátricas.

Ante los riesgos que entraña esa enfermedad para los niños y adolescentes, mayor que el que puede significar para los adultos, el doctor en Ciencias Eric Martínez Torres, destacado especialista del IPK, significó que el principal criterio epidemiológico que se debe seguir para su tratamiento es considerar como posible caso de dengue a todo niño, proveniente o residente en una zona con transmisión de dengue, que presente un cuadro febril agudo.

"Todo niño, cuando hay transmisión y tenga fiebre, tiene dengue hasta que se demuestre lo contrario, eso hay que pensarlo para evitar demoras", enfatizó.

Más detalles aquí: https://www.granma.cu/cuba/2022-09-14/el-conocimiento-una-de-las-claves-para-tratar-el-dengue-14-09-2022-00-09-53

Fuente: Granma

YER

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