Por: Dimelsa Martín Soria
El pesista Daniel Núñez Aguiar, campeón en los Juegos Olímpicos de Moscú
1980, vivió innumerables momentos con Fidel. Foto: Montaje COCO.
Él ya cuenta canas, que son tantas como los triunfos que a nivel atlético lo convierten en una de las figuras icónicas dentro de la halterofilia cubana. Cuenta, además, una historia llena de amor a su país y a Fidel, quien siempre acompañó al deporte y a los atletas en eventos, despedidas y recibimientos de delegaciones, así como en los procesos de preparación para algún certamen.
Su nombre figura entre las glorias deportivas de este gran movimiento antillano. Es el pesista Daniel Núñez Aguiar, campeón en los Juegos Olímpicos de Moscú 1980, en seis ocasiones campeón mundial, seis veces monarca centroamericano y ganador de tres títulos panamericanos.
Reconocido por la Federación Internacional de Levantamiento de Pesas entre los 10 mejores atletas del mundo en la década del 80 del siglo XX, es el cubano que más récords ha implantado en la plataforma.
Núñez está lleno de glorias y de anécdotas por expresar este 25 de noviembre, cuando se cumplen cinco años de la desaparición física del Comandante en Jefe Fidel Castro. No quiso pasar por alto las experiencias que vivió junto al líder revolucionario.
Núñez comentó que su primera vez junto a Fidel fue en el año 1977, durante la premiación de los 10 mejores atletas del año entre los cuales fue seleccionado. Ese día fue el Comandante en Jefe quién los galardonó entregando un trofeo y estrechando la mano a cada uno, momento que aseguró fue memorable en el Coliseo de la Ciudad Deportiva, en La Habana.
“Después hubo otras oportunidades de estar cerca de Fidel. En 1978, como el recibimiento de los equipos de boxeo y de pesas en el aeropuerto José Martí, después de que mi equipo ocupará el segundo lugar en el Campeonato Mundial, el resultado más grande en la historia de las pesas. Estuvimos conversando toda la noche y madrugada.
“Y siempre tan carismático como era quería saber en detalles las cosas: cómo pelearon los boxeadores, cómo levantamos las pesas nosotros, muchas preguntas. Fue una noche muy bonita, aunque fueron varias horas de conversación, cansados del viaje, de pie, cuando uno estaba al lado de Fidel todo eso se olvidaba”, refirió Núñez.
Sobre la impronta de Fidel en el deporte y en torno a su persona en particular, el cordial entrevistado, hoy profesor de la Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte Manuel Fajardo, expresó: “Pienso que Fidel está muy bien denominado como el Atleta Mayor, porque a partir de sus ideas y convicciones revolucionarias el deporte cubano comenzó a elevar sus resultados.
“Indiscutiblemente es un paradigma para el deporte cubano, recordado como un gran dirigente, estadista y amante de la actividad física”.
Núñez ha convertido las paredes de su casa en mural de su trayectoria, en la que resaltan las fotografías tomadas al lado del Comandante en Jefe.
“Fueron momentos inolvidables, estar a su lado, conversar con él, estrechar su mano o que la pusiera en tu hombro. Eso fue un impulso para seguir trabajando y continuar siendo fiel al país”, concluyó.