Por: Ania González RodríguezCuba, a pesar del bloqueo, sigue haciendo historia. Foto: Ania González Rodríguez.
Un total de 19 querubines de prescolar recibieron su primera dosis de Soberana 02, en la escuela primaria Israel Cabrera, de Guanabacoa, como ocurre en otros centros educacionales, previamente certificados en el territorio, para este feliz acto de inmunización pediátrica.
Sus caritas tiernas, como de bebés, no reflejaban miedo, estaban al lado de papá o mamá, quienes acudieron seguros y confiados a la tan esperada ocasión porque la saben crucial para la salud de sus hijos, frente a la pandemia.
Entre los pequeños, por la inocencia de la edad no había respuestas, solo monosílabos y sonrisas, pero sus padres, al decir de quienes fueron entrevistados, sí sabían que los estudios en las diferentes fases del entonces candidato vacunal Soberana 02, mostraron su calidad, seguridad e inmunogenicidad, aspectos en los cuales se basó el Autorizo de Uso de Emergencia de ese fármaco en la población pediátrica de dos a 18 años de edad, resultados que son, para la mayoría de los familias cubanas, motivo de tranquilidad y orgullo.
Tal vez los prescolares vacunados no alcanzaran a entender que están ellos entre los protagonistas de un importante impacto en el sector de Salud de su país: el primero del mundo que inicia la campaña de vacunación contra la COVID-19 en población pediátrica, entre las edades de dos a 12 años; y que lo son justamente, en medio de una historia que ellos mismos podrán contar en el futuro, por la suerte de vivir en esta nación que, a pesar del bloqueo, estéril en su objetivo de doblegar nuestra resistencia, sigue siendo capaz de engendrar maravillas.