Por: Ángel Ferrás
Machado
Costa, otrora número dos de los elencos cubanos del deporte de la malla
alta, recuerda las hazañas y ofrece valoraciones sobre el voleibol
cubano actual. Foto: COI.
La estelar pasadora de las espectaculares Morenas del Caribe, Marlenis Costa Blanco, comentó a la COCO sus experiencias y alegrías vividas como integrante del legendario equipo de voleibol cubano que conquistó tres títulos olímpicos consecutivos.
Costa, gloria del deporte cubano, es natural de Pinar del Río, pero vive en La Habana desde hace más de dos décadas. Actualmente está vinculada a la atención a los exatletas en el municipio Diez de Octubre, labor que disfruta y reconoce como vital.
La otrora número dos de los elencos cubanos del deporte de la malla alta recuerda cómo la unidad del conjunto, la exigencia de su eterno entrenador Eugenio George y la entrega contribuyeron a eslabonar una gran estela de éxitos.
La exatleta, de 48
años, mencionó entre los momentos emotivos los encuentros frente al equipo de
Brasil, siempre marcados por la rivalidad y cuyo ritmo competitivo marcaba la
diferencia respecto con otros enfrentamientos en los grandes certámenes.
En la actualidad,
cuando el voleibol femenino antillano dista de los resultados de antaño,
resulta necesario insertar mayor número de atletas en clubes extranjeros,
porque en su mayoría reúnen las condiciones para convertirse en estrellas
mundiales, pero se quedan en el camino, afirmó Costa.
Marlenis Costa en los Juegos Panamericanos de Winnipeg, Canada, en 1999. Foto: AFP/Getty Images.
En sus declaraciones, el recuerdo del querido e inolvidable Eugenio George son esenciales. Del reconocido estratega, seleccionado el mejor entrenador del mundo en el siglo XX, relató múltiples anécdotas, sintetizadas en que era “querido y respetado como un padre”.
Costa también está al tanto de los posibles talentos, y cuando vislumbra alguno acude de inmediato al profesor del área deportiva. “A pesar del retiro activo, el voleibol corre por mis venas”, concluyó.