Fidel Castro, soldado de las ideas (+Fotos y Video)

Comandante en Jefe Fidel Castro. Fotos: Internet.
 Por: Isabel Calvo Sánchez

Los cubanos atesoran el privilegio de que naciera, viviera y luchara en la nación, Fidel Castro Ruz, quien, entre muchos epítetos con su característica modestia, escogió para autodenominarse “soldado de las ideas”.

De niño, en su natal poblado oriental de Birán, provincia de Holguín, se hacía notar por su corpulencia física, así como por la generosidad y defensa de la justicia.

Nadar, correr, practicar boxeo, jugar pelota y montar a caballo estaban entre sus más gustados pasatiempos.

El joven Fidel Castro durante su etapa estudiantil en la Universidad de La Habana.
Durante su etapa estudiantil en la Universidad de La Habana, dos acontecimientos lo distinguen: su iniciativa al protestar contra el golpe de Estado de Fulgencio Batista y encabezar la Marcha de las Antorchas.

A partir de ambos acontecimientos emergieron en primer plano, junto a su líder, los integrantes de la Generación del Centenario del Apóstol, José Martí.

Con apenas 27 años preparó, organizó y comandó el asalto a la segunda fortaleza militar del país, el cuartel Moncada, tras lo cual se convirtió de acusado en acusador, al validar su alegato de autodefensa y a la vez programa de lucha La historia me absolverá.

Desembarco de los expedicionarios del yate Granma.
Además, con poco más de 30 años, aquel joven abogado, devenido político de nuevo tipo, tras el injusto presidio y obligado exilio, el 2 de diciembre de 1956 fue el primero en bajar del yate Granma.

Iría siempre delante al combatir, creando y consolidando el Ejército Rebelde desde la Sierra Maestra, con inmenso apoyo popular.

El primero de enero de 1959 proclamó el triunfo de la Revolución Cubana, primera de su tipo en América Latina y el llamado Tercer Mundo.

Momentos de la entrada de Fidel Castro a La Habana el 8 de enero de 1959.
Desde entonces, la Revolución en el poder, con el liderazgo del Comandante en Jefe, marcaría el sello de su profundo sentir martiano, humanismo y vocación internacionalista.

Fue durante el periodo de su enfermedad cuando, en hermoso gesto altruista y de humildad, solicitó que no se le propusiera para ningún cargo del Estado y expresó que se mantendría luchando como soldado de las ideas.

Trascendentales reflexiones sobre los más diversos temas de la actualidad nacional e internacional, así como de la Historia de Cuba y universal abarcaron sus consideraciones.

Ello forma parte importante de su legado teórico y práctico, por medio del cual se evidencia su estatura como político y estadista de alcance mundial.

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