Tras una actuación alejada de los pronósticos en Tokio 2020, Ders enfocará sus entrenamientos en la cita centroamericana de El Salvador. Foto: ACN. |
El pentatleta habanero Lester Ders del Rosario ya está de regreso a su hogar, en el municipio Cotorro, luego de su participación en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
En un ambiente familiar, el atleta ofreció valoraciones sobre su actuación en la cita bajo los cinco aros.
“No alcance el resultado deseado y considero que lo primero que influyó en eso fue que viajamos e hicimos una competencia sin la presencia de un entrenador y en la prueba de esgrima teníamos diseñado un plan táctico para cada oponente, pero al final no funcionó al él no estar presente”, manifestó Ders.
En otras valoraciones, Ders refirió: “La natación si salió bien. Es el mejor evento por mi formación dentro de ese deporte, pero ya en la equitación me fue muy mal de nuevo, pues no tenía quien nos diera las indicaciones, al no ser los mismos jinetes japoneses que nos hablaban en su idioma y otra persona nos lo traducía al inglés, por lo que fue muy difícil asimilar esas indicaciones, que no coordinaban con lo que el caballo necesitaba”.
Y agregó: “En la prueba combinada de tiro y carrera hice lo que pude, el tiempo no fue excelente pero lo valoro de bien, lo que ya con la baja puntuación acumulada en los eventos anteriores no pude llegar al puesto que quería, sin dejar de reconocer la calidad de la competencia a partir del palmarés y la experiencia de los atletas”.
Sobre la disposición de continuar en el equipo élite del pentatlón cubano, con 32 años, Ders explicó: “Tengo previsto llegar hasta los centroamericanos y después valorar con el colectivo técnico y la familia para ver si continúo hasta los panamericanos. De momento voy a entrenar fuerte y sacar experiencia de lo vivido en Tokio para buscar mejores resultados”.
En relación con el reencuentro familiar después de varios meses de ausencia, dijo: “No nos habíamos visto en más de tres meses, porque fueron bases de entrenamiento, la competencia y la burbuja que no se podía salir y ya lo necesitaba, sobre todo el encuentro con mi bebé, que está aprendiendo a hablar y no había podido disfrutar de ese momento”.