Hazañas olímpicas: Louganis, magia desde el trampolín y la plataforma

Louganis reinó en las citas olímpicas de 1984 y 1988. Foto: El País.

Por Víctor Joaquín Ortega 

Muchos califican al estadounidense Greg Louganis como el mejor clavadista de todos los tiempos. 

Algunos apuntan hacia el italiano Klaus Dibiasi. ¿Y qué me dicen de los representantes chinos de la etapa actual? No me gusta ser absoluto. Cada cual en su momento, rodeado de sus circunstancias.

Eso sí, para mí, ambos mimados por los expertos, los medios y la afición clasifican entre los deportistas más destacados del orbe de todas las épocas.

Vale la pena asomarse a los logros olímpicos de los dos brillantes atletas. Si bien el italiano consiguió tres títulos consecutivos desde la plataforma: México 1968, Múnich 1972 y Montreal 1976, con un segundo puesto en Tokio 1964, nunca pudo imponerse en el trampolín, donde solo alcanzó plata en la lid efectuada en la capital de los aztecas.

El de Estados Unidos triunfó en la plataforma dos veces: Los Ángeles 1984 y Seúl 1988, y fue el monarca entre los trampolinista en las mismas citas. Muy joven había sido el rival plateado de Dibiasi en la magna justa albergada por la ciudad canadiense.

En 1988, Louganis puso fin a su carrera deportiva y se dedicó al ballet. Foto: www.tokyo2020.org.

Sigamos con Louganis. Trajo magia, poesía, al clavado. Mostró voluntad, coraje en enormes dosis.

En Montreal 1976 participó, a pesar de graves lesiones y un ataque de mononucleosis anteriores. En Seúl, un golpe en la cabeza con el trampolín- requirió de cinco puntos, pero no impidió su victoria, según recuerda el historiador cubano José Elías Bermúdez Brito en su valioso libro Por los caminos del olimpismo, publicado por el Editorial Deportes, en 2013.

Agrego que Greg no pudo asistir a Moscú 1980 por culpa del absurdo boicot del gobierno de su país. Aparte de sus dotes físicas y sus conquistas técnicas, llegó a la cima por su constancia en el entrenamiento: 49 horas a la semana, contando el domingo, durante muchos años.

Otros galardones: campeón mundial en plataforma en el certamen de 1978 y de ambas especialidades en 1982 y 1986. Como le encantaba competir no fue remiso a actuar en los Juegos Panamericanos y fue monarca en las dos especializaciones en 1973, 1983 y 1987.

En la obra citada, José Elías expresa: “Gregory Eftinius Louganis, más conocido por Greg, había nacido el 29 de enero de1960, de padre samoano y madre de ascendencia nórdica europea, fue adoptado por un pescador de atún y su esposa, de San Diego, Peter y Frances Louganis, y empezó a practicar gimnasia para combatir el asma. No tardó en aplicar sus nuevos conocimientos en el trampolín y llegó a ser a los 28 años el mejor en esta especialidad...”.

Y añade: “En 1988 puso fin a su carrera deportiva y se dedicó al ballet. Seis años después de los Juegos de Seúl, se conoció que desde antes de estos era portador del virus de la inmunodeficiencia humana”.