Iraudis Márquez se siente dichosa por haber sido parte de los tantos cubanos que han participado en el combate de la Covid-19. Foto: Cáliz Moré Leal. |
Entre las personas que, en La Habana, estuvieron en las diferentes zonas rojas, relativas al enfrentamiento a la Covid-19, se encuentra Iraudis Márquez Ibal, quien laboró en el centro de aislamiento Estancia Primavera, del municipio San Miguel del Padrón.
"Fue una gran experiencia", confesó Iraudis, quien se desempeña como jefa del Departamento de Inspección, en la Dirección Muncipal de Educación del territorio.
Agregó que trabajaron con casos sospechos de contraer la enfermedad y con quienes habían tenido contacto con pacientes diagnosticados con el nuevo coronavirus.
"Los 34 docentes que hicimos equipo laboramos con el corazón, brindando el mejor servicio a los ingresados en cuanto a la alimentación, avituallamiento, el mantener la higiene y el confort en los dormitorios, todo con el propósito de que pasaran sus días de aislamiento lo más confortable posible, material y espiritualmente", declaró Márquez Ibal.
Sentenció que no tuvo miedo durante ese tiempo, porque estuvieron muy protegidos y cumplieron con los protocolos sanitarios.
De igual forma, precisó que cuando fueron ingresados, debido a la necesaria cuarentena, ninguno de los 34 voluntarios resultaron positivos a la Covid-19.
La joven se siente dichosa por haber sido parte de los tantos cubanos que, pensando como país, contribuyeron con su desempeño a una mejor estadía de los pacientes en la estancia Primavera de San Miguel del Padrón, uno de los 54 centros de aislamiento dispuestos en La Habana para el enfrentamiento a la Covid-19.