Perfiles Olímpicos: Daniel Gregorich y un mañana siempre mejor (+ Fotos y video)

Daniel Gregorich sueña con una medalla en Tokio. Foto: Cubahora.
Por Redacción Digital

Esperanza, un vocablo al que hay que apostar prácticamente a cada minuto en estos tiempos de “coronavirus” tan difíciles que se viven.

Esperanza, esa fue la sensación que me dejó mi plática con el luchador del estilo grecorromano Daniel Gregorich (7 de mayo de 1996), con 1.80 metros de estatura y 87 kilogramos de peso en etapa competitiva.


Y lo digo por el hecho de que la vida le ha puesto escollos de envergadura en lo que va de su carrera deportiva Gregorich, ha sabido levantarse con la máxima de que el mañana le deparará un futuro mejor.

De padre ruso, otro punto de encuentro pues este cronista nació en Bakú, Azerbaiyán, el gladiador habanero accedió a dialogar con CubaSí cobre este prolongado periodo de cinco meses fuera del colchón, en el cual ha tenido que aferrarse a la más mínima dosis de esperanza, para proyectar su futuro de cara a Tokio.

Gracias a las bondades del WhatsApp, acá compartimos esta conversación, bien profunda y elocuente para un joven de apenas 24 abriles, que ocupa el quinto lugar del ranking divisional con 30 puntos, mejor posicionado de América en feudo del húngaro Viktor Lorincz (74).

¿Cómo has enfrentado estos cinco meses de cuarentena?

“La verdad, con mucho optimismo, pero también con unos deseos enormes de que todo vuelva a la normalidad. Extraño los días en el Cerro Pelado, y retomar mi vida cotidiana.

"Aunque este tiempo me ha servido para retomar algunas labores del hogar que fueron desplazadas por la actividad constante que llevamos en el deporte”.

Sin la posibilidad de cumplir el entrenamiento al pie de la letra, ¿qué ejercicios has priorizado en casa?

“Bueno, al principio tomé el tiempo para rehabilitarme y descansar de algunas molestias que presentaba. Luego mi entrenador Mario Olivera y el jefe del colectivo técnico Raúl Trujillo me dieron algunos ejercicios para poder mantener la forma física dentro de las condiciones que poseía.

"Realmente la situación se complica pues en casa me valgo de muy pocos instrumentos o equipos. Ahora baso mis días en carreras aeróbicas para superar un problema de presión que estaba presentando y ejercicios para controlar o erradicar esa situación”.

¿Cuáles consideras más importantes en función de lograr el objetivo en un espacio de tiempo tan prolongado?

“Parto de la idea de que mantener la forma física al 100 por ciento desde casa es imposible, pero con la carrera, ejercicios en función de la capacidad aeróbica, planchas y otros ejercicios naturales, se puede preservar una adecuada condición física”.

¿Qué recuerdos tienes del clasificatorio de Ottawa, una competencia que transcurrió en condiciones especiales?

“Ottawa trae a mí recuerdos agridulces porque a pesar de conseguir mi sueño de clasificar a unos Juegos Olímpicos, no tuve mi mejor aparición.

"En el Panamericano de la disciplina, una semana antes, perdí en la semifinal y sufrí una lesión grave, sabiendo que solo tendría siete días para recuperarme…

"Gracias a nuestro equipo médico y un amigo del fisioterapeuta de Puerto Rico, logré dormir esa noche. Me pasé cuatro días sin poder levantarme de la cama y eso me llenó de dudas. Luché anestesiado por completo, y afortunadamente el sorteo del clasificatorio me favoreció.

"Llegué muy bien ubicado en el ranking y fui el primer cabeza de serie. Gané mis dos primeras peleas y ya con la clasificación asegurada, los doctores decidieron que no me presentara a la final”.

¿Qué sensación te dejó el 2019, tomando como referente los Panamericanos de Lima?

“El 2019 fue un año de superación. La única competencia segura en todo el año eran los Juegos Panamericanos. Lamentablemente sufrí una lesión entrenando en Irán que me impidió presentarme en los eventos siguientes.

"No quería operarme por los miedos y la incertidumbre que tenía respecto a no poder recuperarme a tiempo para Lima, pero los médicos y mi entrenador me dijeron que así no podía continuar.

"Imagina que no lograba completar una sesión de entrenamiento.

"Decidimos operarme en marzo y, gracias al excelente trabajo de mi fisioterapeuta Camilo y nuestro médico Vladimir, logré en solo un mes regresar al colchón, donde culminé la rehabilitación y preparación correctamente.

"Luego a Lima llegué como favorito, pero en semifinales fui sorprendido por el venezolano Luis Avendaño, en definitiva, campeón del torneo. Luego en el pleito por el bronce recibí todo el apoyo del profe Mario Olivera, quien me hizo ver que siempre es mejor una presea que nada. Todo el esfuerzo realizado merecía un resultado y en otro pleito difícil supe imponerme al estadounidense Joe Rau (8-2).

"En septiembre llega el Mundial de mayores, clasificatorio para los seis primeros de cada división a Tokio y allí caí en cuartos de final, culminando en el séptimo puesto, casi coqueteando con el anhelado boleto.

"Un mes más tarde llegaría mi revancha en el Mundial sub.23, al cual asistimos cuatro atletas. La greco fue el último estilo en competir. Ya todos mis compañeros tenían actuación perfecta, todos con medallas y eso lógicamente le puso presión extra a mi salida al colchón.

"Incluso creo que los mismos jueces intentaron que Cuba no subiera más al podio de premiaciones. Lo sufrí en la semifinal y perdí mi combate 2-2 ante el georgiano Gurami Khetsuriani.

"Afortunadamente por el bronce, en otro duelo campal, me impuse 5-5 al ruso Vaag Margaran y con esa victoria recuperé gran parte de mi confianza”.

Te he visto trabajar en una finca o parcela, Montando caballo. ¿Te gusta el campo?

“Cuando empezó todo este problema de la pandemia me vi obligado a quedarme en casa, pero como sabes nuestro cuerpo es imposible dejarlo quieto, y mi padre tiene un pequeño espacio de tierras las cuales cultiva en ayuda de la familia y amigos.

"Ahí encontré mi tiempo de desconexión, y créeme que lo disfruto muchísimo: ayudo en lo que puedo, la monta de caballos son nuestros momentos de mayor relajación después del trabajo. Somos amantes de ellos”.

¿Qué es lo que más extrañas de las sesiones en el Cerro Pelado y cómo ha sido la comunicación con tus compañeros de equipo?

“Realmente lo extraño todo. Nunca pensé que fuera tan difícil despegarme de esa rutina diaria.

"Esto ha sido un ensayo para cuando decida decirle adiós a mi carrera activa. Será muy doloroso. Extraño a mis compañeros, todo el que ha estado allí sabe que entre esas paredes a pesar de las rivalidades se vive un ambiente sumamente familiar.

"Con mis compañeros me comunico a diario por las redes sociales, todos tienen las mismas ganas que yo de recomenzar. Afortunadamente todos gozan de buena salud en este minuto y eso es una bendición.

"Con los entrenadores igualmente existe la mejor comunicación y su apoyo es constante”.

¿Con qué luchador aprovechas mejor los sparrings en el colchón?

“Creo que mi mayor esfuerzo y ganas los pongo con Gabriel Rosillo. A pesar de que es una categoría superior a la mía tenemos una rivalidad muy sana, la cual creo que nos ha beneficiado muchísimo a ambos. En lo personal es una excelente persona y gran amigo”.

¿Cuánto significa tener a Mijaín López e Ismael Borrero como ejemplos y compañeros de equipo?

“Qué te digo, son pocos equipos en el mundo los que pueden contar con semejantes figuras. Motores sin dudas de nuestro equipo. Verlos nos inspira e impulsa sin dudas a tratar de perseguir y alcanzar sus resultados deportivos”.

¿Son los rusos los luchadores más difíciles que has enfrentado?

“Creo que en realidad son los más difíciles, aunque algunos podrán decir lo mismo de nosotros los cubanos. Jajajajaja. En lo personal le he podido ganar a varios. Hasta ahora creo que me ha ido bien contra ellos”.

¿Tener genes rusos te ha ayudado a entender mejor a los gladiadores europeos y de esa nación?

“Siempre ante esa pregunta he dicho que no hay mejores genes que los nuestros. El cubano es luchador de nacimiento y no nos rendimos nunca. Es lo que nos ha llevado a lo largo de la historia de este deporte y otros de combate, a escalar planos estelares”.

¿Mejor en el combate arriba o en cuatro puntos? ¿Elementos a mejorar?

“Siento que soy mejor arriba. Si logro mejorar mi lucha en el suelo, tanto la defensa como el desbalance, que es crucial, pienso que llegarán mejores resultados internacionales. Ese es el camino, hacia allí voy”.

¿En casa, además de la lucha, qué te gusta hacer?

“No mucho, pero ayudo en lo que se pueda. Entre lo que prefiero está cocinar, y prácticamente paso el día escuchando música”.

Gregorich ocupa el quinto lugar del ranking mundial de los 87 kilos. Foto: Cubasí.
¿Si no hubieras sido luchador…?

"Realmente no sé qué sería. Esta es mi vida, mi pasión. Creo que fue mi mejor elección sin dudas. Me ha convertido en el hombre que soy. Aunque estudio la Licenciatura en Cultura física para cuando me toque en algún momento ayudar con mis conocimientos al desarrollo del deporte, los colchones son como mi respiración”.

¿A qué edad y por qué decidiste practicar lucha en serio?

“Empecé a los ocho años. Siempre mi padre, mi mayor motor, me inclinó hacia la práctica del deporte. Aunque fue una decisión mía cuando pasaron los entrenadores de base del antiguo Palacio de pioneros. Desde entonces nunca más he podido alejarme de los colchones”.

¿Color, música y comida de tu predilección?

“Mi color preferido es el verde, realmente soy abierto a muchos ritmos de música, no tengo ninguno en particular, pero confieso que el reguetón ha robado mucho protagonismo en nosotros los jóvenes.

"Respecto a la comida, creo que, como yo, todos hemos aprovechado y matado los deseos de comer todo lo que nos hemos privado durante años, jajajaja”.

El mejor y el peor momento que has vivido hasta ahora en tu carrera deportiva.

“Mi mejor momento fue mi primera medalla mundial sub-23 porque confieso que ni yo mismo logré soñarlo, y lo cumplí. Estar entre los mejores del mundo.

"La peor experiencia fue el panamericano del deporte de este año. Me dejó muchas dudas, pero confío en que retomaremos toda la estrategia de preparación con muchas más fuerzas. Ahora con el boleto para mi división asegurado".

¿Crees justa la decisión de aplazar los Juegos Olímpicos?

“Pienso que sí. El mundo no está listo para llevar a cabo una competición de tal magnitud en las actuales circunstancias. Sería terrible desarrollar unos juegos Olímpicos bajo incertidumbre, a pesar de las medidas, sin público, sin emoción”.

¿Qué le recomendarías a las personas en esta difícil situación?

“Primero que todo cuidar de ellos y de la familia. Este virus en verdad es mortal. Nadie sabe cuán peligroso es en verdad hasta que nos toca la puerta, y eso es lo que hay que evitar.

"Que aprovechemos este tiempo en familia para retomar proyectos o costumbres pasadas que fueron dejadas por el ritmo diario. Fomentar una mejor comunicación entre las personas, y mucha paciencia.

"El mundo nos está preparando para una nueva vida”.

Esperanza, una nueva vida, optimismo, premisas que siempre carga consigo Daniel Gregorich. Ojalá esas divisas y su mejoría como luchador lo lleven a mejorar el rendimiento de los referentes más notorios en dicha categoría de peso bajo los cinco aros: el décimo escaño de Yunior Estrada en Beijing 2008; y el séptimo del doble medallista del orbe Pablo Shorey en Londres 2012.

A continuación les dejamos el video de la pelea por el bronce de Gregorich en el Mundial sub.23 de Budapest 2019:
Tomado de Cubasí/Harold Iglesias

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