Kid Chocolate retorna al cuadrilátero

Kid Chololate. Foto: Archivo del autor.
Por Víctor Joaquín Ortega

Siento que se estremece la mano en el teclado. El 8 de agosto de 1988 murió Kid Chocolate, nombre conquistado por su batallar entre las cuerdas, el verdadero más que el de la inscripción, sobre todo cuando el atleta aumentó su velocidad hacia la gloria: Eligio Sardiñas Montalvo, Yiyi para sus amistades.

Nacido en el Cerro, el 28 de octubre de 1910. Hogar inicial: Santa Catalina 6, entre Piñera y Lombillo.

Primer campeón mundial cubano de boxeo al noquear en ocho asaltos, sobre el ring profesional de Filadelfia a Benny Bass (15 de septiembre de 1931), con la corona ligero junior en disputa.

Agregó otro título en Nueva York, el de octubre de 1932 cuando superó, por la misma vía en 12 asaltos, a Lew Feldman en el Madison Square Garden.

Más allá de los títulos, carisma especial capaz de triunfar sobre el racismo y el fanatismo, todo un creador más que un púgil técnico, su clara visión: dar y que no te den, ha sido básica en la Escuela Cubana de Boxeo, la mejor del ámbito olímpico.

Según uno de los fundadores de aquella, Alcides Sagarra, convertida en que no te den y dar, aunque en la actual etapa, tan dominada por lo espectacularidad, se prefiere la bronca, los nocaos, la sangre.

El Kid, el Yiyi, el campeón nunca dijo adiós, desde el cuadrilátero se le recuerda con cada campanazo.

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