A partir de la presencia eterna del Atleta Mayor (IV): de la gloria en Barcelona al descenso

La Habana y Santiago de Cuba compartieron la sede de los Juegos Panamericanos de 1991, lid exitosa en lo deportivo y organizativo. Foto: Cubahora.cu.
Por Víctor Joaquín Ortega

La victoria en los Juegos Panamericanos de La Habana estaba pronosticada desde mucho antes. Era el colofón del ascenso del deporte del pueblo. Allí comienza el quinto período, al que denominamos De la resistencia (1991-2000).

En la justa multideportiva continental celebrada en Cuba, en 1991, fueron derrotados por primera y única ocasión en esas justas los estadounidenses. La delegación antillana obtuvo 140 medallas de oro, por 62 de plata y 63 de bronce por 130 cetros, 125 subtítulos y 97 terceros escaños de los norteños.

Fidel Castro lo anunció: “Como consecuencia de una concepción correcta del deporte, de una concepción revolucionaria del deporte, algún día también seremos campeones panamericanos…” (29-6-1966).

En la lides olímpicas llegó el sensacional quinto puesto en Barcelona 1992 y otro de buen sabor en Atlanta 1996 con la octava posición.

En la urbe catalana comienza la hegemonía de las fabulosas Morenas del Caribe (oro también en Atlanta y Sidney 2000), el mejor seleccionado de voleibol del planeta en todos los tiempos, aunque un jurado internacional se lo obsequiara a las niñas magas niponas.

Escogido el gran pedagogo Eugenio George como el mejor entrenador del siglo XX entre las damas, y Regla Torres, como la reina en la disciplina de la malla alta.

El saltador de altura Javier Sotomayor triunfa en la ciudad condal con 2.34 metros. En 1993 quiebra el récord mundial con 2.45, vigente aún, y también mantiene la cota máxima bajo techo (2.43) desde 1989.

En la fase anterior, la cuarta, denominada Por el perfeccionamiento (1981-1990), pese a las victorias en diversos torneos, obstaculizan las miradas puestas en demasía sobre las medallas. La autosuficiencia y el esquematismo laceran igualmente.

La masividad fue a veces preterida mientras los males mencionados fructifican sin ser los únicos. El Comandante en Jefe lo ha señaló en múltiples oportunidades: “Las perspectivas son realmente muy buenas, pero son buenas sobre todo si estamos conscientes de las debilidades que todavía padecemos. Es necesario dar un salto de calidad en nuestra política deportiva, no conformarnos con los logros obtenidos, sino ir en busca de nuevas metas y de nuevos logros, porque sabemos que podemos alcanzarlo" (6 de noviembre de 1977).
Morenas del Caribe,  tercera corona consecutiva en Sidnay 2000. Foto: Granma.
Más allá de preseas
A fines de 1991, un accidente doméstico coloca al borde de la muerte a Ana Fidelia Quirós. Trabajadores de la salud al rescate. Centroamericanos de Ponce 1993, subtitular en los 800 metros planos con 2:05.22 minutos. Juegos Olímpicos de 1996, segunda con 1:58.11 minutos. Se retira como as mundial en 1997 (1:57.14), repitiendo lo que había conseguido en la cita del orbe de 1995 (1:56.11).

Fidel, a su lado desde el principio de la recuperación, asegura que para salvarla “…se juntaron dos cosas: un milagro de la ciencia y la técnica con un milagro de la voluntad humana…”.

En ocasiones se advierte cierta atmósfera injusta ante los reveses. Fidel, quien nos ha enseñado a convertirlos en victorias, lo aclara el 28 de septiembre del 2000: “A nuestros atletas no solo hay que aplaudirlos cuando vienen con medallas de oro, hay que recibirlos con afecto de hermano, hay que recibirlos como cuando obtienen una victoria”.

Lo dicho lo convierte en hechos. Bien lo saben Emilio Correa, Alfredo Duvergel, Ángel Volodia Matos, los peloteros…. Él los apoyó cuando muchos les dieron la espalda.

Siglo XXI: fuertes golpes
Esta es la que pudiéramos llamar una sexta etapa del movimiento deportivo cubano, del 2001 al 2010. En Atlanta 1996, Sydney 2000 y Atenas 2004 la Mayor de las Antillas ocupa los siguientes escaños: octavo (9 de oro, 8 de plata y 8 de bronce), noveno (11-11-7) y undécimo (9-7-11).

Pero en la justa de Beijing 2008 llega el "abrupto" descenso. Con tres preseas doradas, 11 subtítulos y 11 terceros puestos, la delegación antillana finalizó en el sitio 19 entre 204 naciones.

Triunfaron en el Gigante Asiático Mijaín López, Dayron Robles y Yipsi Moreno. La martillista asciende al conocerse en 2017 el dopaje de la supuesta titular.

China (51-21-18) abrazó la cúspide en esa cita y en América,dos representaciones aventajaron a Cuba: en segundo Estados Unidos (37-38-3) y en el 16 Jamaica (6-2-2).

En el 20 se ubicó Canadá (3-9-7), en el 23 Brasil (3-4-8). Antes de conocerse el ascenso a la cima de Yipsi, Cuba había concluido en la plaza 28.

No obstante la favorable corrección no estuvimos bien y las reflexiones escritas por Fidel entonces siguen siendo válidas: "…nos hemos dormido sobre los laureles. Seamos honestos y reconozcámoslo todos. Revisemos cada disciplina, cada recurso humano y material que dedicamos al deporte. Debemos ser profundos en el análisis, aplicar nuevas ideas, conceptos y conocimientos”.
La martillista Yipsi Moreno obtuvo el oro olímpico en Sidney tras conocerse que la supuesta campeona dio positivo por dopaje. Foto: Cubahora.cu.
En relación con el declive, publiqué entonces: “A la delegación faltó preparación física y psíquica, visión táctica; no obviemos problemas trascendentales anteriores: el debilitamiento de la masividad, la no utilización plena de las consecuciones científicas, muchas de la Universidad del Deporte, y la lenta adecuación al tiempo que vivimos”.

Caídas frustrantes en los Juegos Centroamericanos y Panamericanos cuando comenzaron transformaciones prometedoras, después de una lentitud agobiante, lejos todavía de ofrecer las cosechas deseadas.

Sin embargo, las críticas de Fidel pueden aplicarse a dichos resultados. Han pasado bastantes años de los de la justa albergada por China. El ámbito es muy complejo, cierto, pero eso nos tiene que impulsar hacia una labor tenaz e inteligente.
Ya no contamos con el apoyo del campo socialista, con la Unión Soviética al frente. Sin eso no hubiéramos llegado a donde llegamos. La comercialización de la rama, el bloqueo cada vez más despiadado fustigan. Parte de los laureles se mantienen en la almohada. 

Falta mucho en cuanto a la revisión más profunda en cada disciplina, cada recurso humano y material, así como en el análisis, las ideas, conceptos y conocimientos nuevos y su aplicación.

Continuará...

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