Tottenham naufragó ante el Ajax, que ha encantado con su juego. Foto: Internet. |
Los partidos de ida en la semifinal de la Liga de Campeones del Fútbol Europeo ha dejado un panorama desolador para los equipos ingleses: dos llegaron y ambos se van con derrotas parciales.
El pasado martes, un Tottenham plagado de lesiones se enfrentó al Ajax que ha encantado con su juego.
Para colmo de males, a unos “Spurs” sin Winks, Kane y Son, se le sumó, en medio del juego, la salida de Jan Vertonghen, lesionado luego deun choque aparatoso contra su compatriota Alderweireld y el cancerbero rival, Onana.
Los de Ámsterdam presionaron con lo justo, hasta encontrar por intermedio de Van der Beek un tanto muy similar al que le hizo a la Juventus de Italia, en cuartos de final.
Pase preciso que agarra “de carambola”, como afirman algunos, y queda solo contra el portero, al que fusila a placer. Es lo bonito de este Ajax. Llega y marca. Aunque a veces falla demasiado.
Oportunidades tuvieron los tulipanes para terminar con las esperanzas de los londinenses tuvo, pero no aprovechó. Llamado de alerta en la vuelta.
Los ingleses, dirigidos por Mauricio Pocchetino tenían la situación difícil antes de saltar a la grama. Demasiados ajustes en la delantera y otros que debieron hacerse atrás, los dejaban minimizados.
Pero también sacaron su garra y le dieron un vuelco en el segundo tiempo al juego, inclinando la cancha a su favor. Solo que, como le pasó al Manchester City en su ida, no lograron marcar y dejaron que el visitante sacara un buen gol de diferencia.
No obstante, con la entrada del coreano Son para la vuelta, el juego puede tomar otros matices, ya que Llorente podrá tener la opción de jugar de espaldas al arco y pivotear sobre las subidas de Heung Min, Moura, Alli y Eriksen. A propósito: ¿Delle Alli? Flojo e intrascendente en la ida.
El Ajax sacó la mejor parte, pero cuidado, el Tottenham sabe cómo apretar y resolver de visitante.
La capital holandesa aguardará entonces el desafío que le puede abrir las piertas al Ajax a la final, instancia a la que no llegan desde 1995, cuando la ganaron con una generación brillante encabezada por los hermanos de Boer, Cocu, Kluivert, Van der Sar y Davids, la mayoría de los cuales terminaron en un Barcelona de finales de los noventa que gustó, mas no ganó.
Hablando precisamente de los blaugranas, hay que anotar que, el que diga que jugaron bien, está viendo el mismo juego en una dimensión paralela. Eso sí, fue más contundente, y aprovechó mejor lo poco que concedió el Liverpool, golazo de Lionel Messi aparte.
Para colmo de males, a unos “Spurs” sin Winks, Kane y Son, se le sumó, en medio del juego, la salida de Jan Vertonghen, lesionado luego deun choque aparatoso contra su compatriota Alderweireld y el cancerbero rival, Onana.
Los de Ámsterdam presionaron con lo justo, hasta encontrar por intermedio de Van der Beek un tanto muy similar al que le hizo a la Juventus de Italia, en cuartos de final.
Pase preciso que agarra “de carambola”, como afirman algunos, y queda solo contra el portero, al que fusila a placer. Es lo bonito de este Ajax. Llega y marca. Aunque a veces falla demasiado.
Oportunidades tuvieron los tulipanes para terminar con las esperanzas de los londinenses tuvo, pero no aprovechó. Llamado de alerta en la vuelta.
Los ingleses, dirigidos por Mauricio Pocchetino tenían la situación difícil antes de saltar a la grama. Demasiados ajustes en la delantera y otros que debieron hacerse atrás, los dejaban minimizados.
Pero también sacaron su garra y le dieron un vuelco en el segundo tiempo al juego, inclinando la cancha a su favor. Solo que, como le pasó al Manchester City en su ida, no lograron marcar y dejaron que el visitante sacara un buen gol de diferencia.
No obstante, con la entrada del coreano Son para la vuelta, el juego puede tomar otros matices, ya que Llorente podrá tener la opción de jugar de espaldas al arco y pivotear sobre las subidas de Heung Min, Moura, Alli y Eriksen. A propósito: ¿Delle Alli? Flojo e intrascendente en la ida.
El Ajax sacó la mejor parte, pero cuidado, el Tottenham sabe cómo apretar y resolver de visitante.
La capital holandesa aguardará entonces el desafío que le puede abrir las piertas al Ajax a la final, instancia a la que no llegan desde 1995, cuando la ganaron con una generación brillante encabezada por los hermanos de Boer, Cocu, Kluivert, Van der Sar y Davids, la mayoría de los cuales terminaron en un Barcelona de finales de los noventa que gustó, mas no ganó.
Hablando precisamente de los blaugranas, hay que anotar que, el que diga que jugaron bien, está viendo el mismo juego en una dimensión paralela. Eso sí, fue más contundente, y aprovechó mejor lo poco que concedió el Liverpool, golazo de Lionel Messi aparte.
El marcador final de 3-0 favorable al Barcelona, no reflejó lo visto sobre la cancha, pues el partido fue muy equilibrado. Foto: Internet. |
Y los “Reds” casi le sale bien, pero cuando debieron ser contundentes, no lo fueron. Los goles que se van sin marcarse en la bolsa de Mané, Salah y Milner, fallos increíbles como los catalogarían algunos, son el evangelio vivo de eso.
Quiero pensar entonces que los discípulos de Klopp se cuidaron no del Barcelona, sino de las posibilidades que aún tiene de ganar la liga, con un fin de semana crucial. Sus piezas a la ofensiva son más necesarias contra Newcastle este fin de semana que en la ida. Aún se lucha por la corona inglesa, la diferencia es mínima, y Manchester City también enfrenta un duro rival en la próxima jornada, el Leicester.
El marcador final no reflejó lo visto sobre la cancha. Inmerecida quizás una victoria 3-0 para el Barcelona, con el gol inicial de Luis Suárez y otros dos para sentenciar de Messi).
Será que priorizan intentar ganar la Premier League. Y muchos, entre ellos este periodista, apoyan esa decisión.
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