En mayo, por La Habana lo más grande

Foto: Cubadebate.

Autora: Isabel María Calvo Sánchez

Aún tenemos frescos en la mente y el corazón las imágenes y los sentimientos multiplicados de este primero de mayo en la Plaza de la Revolución José Martí, de La Habana.

Los habaneros protagonizaron una contundente reafirmación revolucionaria, tributando al año del medio milenio de la capital cubana.

Jóvenes, mujeres, niños, adolescentes y adultos, integrados en un solo as dieron el sí por la patria, la paz y el socialismo, en hermosa ofrenda ante el monumento al hombre de La Edad de Oro, que se erige en el emblemático sitio.

Frente a la mirada de cientos de visitantes extranjeros, los capitalinos desfilaron enérgicos y viriles, enarbolando pancartas con las imágenes de nuestros líderes, banderas cubanas y del 26 de julio, al unísono que coreaban consignas revolucionarias, solidarias y antiimperialistas.

Como mismo se evidenció en la movilización popular para apoyar las labores de recuperación en los cinco municipios afectados por el tornado del 27 de enero, esta vez en la otrora Plaza Cívica, hermanados con hechos y palabras, juramos fidelidad al legado de Martí y Fidel Castro.

Una vez más, se hizo notar la capacidad ejercitada sistemáticamente por los cubanos, al saltar por encima de escaseces, limitaciones materiales e insatisfacciones lógicas, para alzarnos como un solo puño, ante la prepotente agresividad del imperialismo yanqui.

Sumamos en esta ocasión, entre los motivos de alegría, que la hermana República Bolivariana de Venezuela desarticuló en solo unas horas el reciente intento de golpe de Estado, circunstancia que la hizo salir fortalecida y victoriosa, tributando a mantener a la América Latina como Zona de Paz.

Este primero de mayo de 2019 Cuba ofreció al mundo la imagen de un pueblo que con su unidad ha ganado todas las batallas.

En tanto, dimos una lección a los Estados Unidos, enemigo histórico de la Isla, al ratificarle que somos de la estirpe y el coraje de Mariana Grajales y Antonio Maceo, por lo que no nos entendimos ni nos entenderemos jamás con imperialistas ni agresores.