La mala planificación puede causar problemas urbanísticos: Foto: Gilberto González García |
El Sistema de Planificación Física en Cuba celebra el aniversario 56 de su instauración con el propósito fundamental de asistir al actual proceso de transformación social y económica, a partir de decisiones adecuadas que influyan en el futuro próspero deseado para la nación caribeña.
Diseñado como metodología formal de alcance a la mayoría de las actividades de las personas, instituciones y organismos de toda índole, en la isla del Caribe, el sistema se aplica de acuerdo a los factores internos y externos que pueden influir en el logro de la calidad de prácticas sostenibles y eficientes de las inversiones, así como de los recursos asociados a los proyectos territoriales.
Desde la aprobación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido Comunista de Cuba y la Revolución, en abril de 2011, el Estado cubano perfecciona jurídicamente la implementación de los deberes y derechos ciudadanos frente a la necesidad de defender el urbanismo, la construcción, conservación y rehabilitación de viviendas, entre otros ejemplos, para mejorar la calidad de vida de la población.
Como prioridad de estos tiempos, de manera muy responsable y formal, en la nación antillana, de continuo se investiga y adoptan nuevos mecanismos que dependen de una planificación adecuada y sistemática en pos de conservar los valores patrimoniales, desechando toda acción anárquica que impida avanzar en la organización del sistema, creado para ofrecer soluciones de calidad.
Con el crecimiento de las construcciones de nuevo tipo en entornos urbanos, de playa y rurales, sin embargo deberá prestarse mayor atención a lo legislado en cuanto al medio ambiente y el contexto social, por una realidad construida por hombres que no sigan parámetros lineales ni leyes generales, sino condicionados por múltiples factores biológicos, sociales, económicos, culturales y hasta emocionales.
Dada esta complejidad, es loable la interacción del Sistema con los medios de comunicación para dar a conocer a la población las regulaciones vigentes, conciliadas en el pensamiento presente y futuro, atentos a cualquier cambio operativo en las finanzas, modificación de estructuras arquitectónicas, parques u otras inversiones, para evitar el caos social.
Indispensable entonces cerrar puertas a la indisciplina social de asumir acciones ilegales y sin la debida orientación especializada que atenten contra la perdurabilidad del equilibrio arquitectónico en cada rincón habitable de la isla.
La racionalidad y control en el Sistema de Planificación Física también debe confirmarse como el intento de disminuir tal incertidumbre para que cada acción se subordine a nuevos enfoques en el tratamiento integral de las obras en construcción y su entorno armónico, dentro del crecimiento de la actividad estatal y residencial en Cuba.