¡Proteger al caracol más bello del mundo!


Polimitas. Foto: Cubadebate
Autora: Caridad Labrada Curbelo

Ambientalistas de Cuba y la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora (Cites) fortalecen sus nexos de colaboración para proteger al molusco terrestre conocido como polymita, atractivo por su inigualable belleza multicolor.


Se trata de una de las especies exclusivas del extremo más oriental de la isla, actualmente sometido a las colectas indiscriminadas debido a la policromía natural de su concha, utilizada como suvenires en artesanías cotizadas mundialmente y que hoy hace peligrar las poblaciones vulnerables, ubicadas fuera de las áreas protegidas de Guantánamo.   

El doctor en Ciencias Biológicas José Espinosa escribió el libro Las Polymitas, cuyo nombre proviene del griego poly (muchas) y mitos (rayas), refiriéndose al caracol considerado el más dotado de hermosura de la tierra.

En su texto, publicado y presentado durante la Feria Internacional del Libro en el 2014, existe abundante información sobre el hábitat y cuidado requerido para preservar al invertebrado perteneciente a la clase de los gasterópodos (con pie carnoso ventral para arrastrarse), hermafrodita, con dos tentáculos orales y dos oculares.

Precisamente es objeto de atención de naturalistas de todo el orbe, por considerarse en peligro crítico de extinción.

De ahí la propuesta de inclusión en el Convenio Cites que forma parte de la acción emprendida por Cuba a través del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), la Fundación Antonio Núñez Jiménez de la Naturaleza y el Hombre, la Universidad de La Habana y el Cuerpo de Guardabosques.

También la Aduana General de la República se rige por la Resolución 160 del Citma, que regula la protección de una amplia lista de especies de la biodiversidad nacional, entre las que más de una docena de ellas están respaldadas por el Cites.

De esta forma, salvaguardar las especies de la flora y la fauna de Cuba  resulta importante, además, por el equilibrio ecológico, en este caso debido a la función de control biológico de hongos perjudiciales a las plantas que nos alertan a !proteger al caracol más bello del mundo!

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