Foto: Archivo Radio COCO |
Autora: Cáliz Moré Leal
Más de de ocho mil trabajadores
físicos ejercen el trabajo por cuenta propia en el municipio de Centro Habana, prevaleciendo
por su orden las modalidades de: trabajadores contratados por un titular (dos
mil 647), el arrendatario de viviendas (dos mil 97), los expendedores de
alimentos en sus cuatro modalidades (775) y los modistas-sastres que suman 351.
Le siguen en número
los compradores-vendedores de discos (dos mil 17), los vendedores de artículos
para uso del hogar (201), el recolector vendedor de materias primas (184), los
gestores de pasajes en piqueras (101) y los carretilleros de productos
agrícolas (90).
Luego de 2013 en que
se ampliaron las licencias, al aprobarse la del Agente de Telecomunicaciones,
las de cafetería de alimentos ligeros, el de gestor de alojamiento para
viviendas o habitaciones, los servicios de construcción, reparación y
mantenimiento de inmuebles y el vendedor minorista de productos agropecuarios, es
evidente que la mayoría de las licencias recaen en la prestación de servicios y
solo aporta valor agregado la modalidad de construcción, reparación y mantenimiento
de inmuebles, con tan solo 84 licencias otorgadas.
Otra particularidad
que hace que los trabajos no estatales en su mayoría solo generen servicios y
no valores que determinen el aumento del Producto Interno Bruto en la
localidad, es que los residentes con licencia de productor–vendedor–recolector
de artículos de alfarería con fines constructivos, tienen sus talleres en otra
demarcación receptora de sus contribuciones.
Por concepto de liquidación
anual de ingresos personales durante el año 2015 los trabajadores por cuenta
propia en Centro Habana aportaron16 millones 963 mil 476 pesos al presupuesto
municipal, monto que pudiera incrementarse si
por ejemplo en Pueblo Nuevo, consejo popular tipológico para realizar la
actividad de productor–vendedor–recolector
de artículos de alfarería con fines constructivos, se reciclara la enorme cantidad
de escombros entre demoliciones,
derrumbes y nuevas obras como las acciones
constructivas en las viviendas, que abundan en el territorio.
Definitivamente el
trabajo no estatal sigue siendo la forma de gestión de mayor presencia en el
municipio, territorio identificado como netamente comercial, que pudiera crear las condiciones para una actividad
que generaría ingresos para el distrito.