Autores: Yelemny Estopiñán y Gilberto González
Un nuevo espacio comercial, bautizado como Boulevard 25, quedó inaugurado
recientemente en La Habana
como parte de a la nueva forma de gestión económica no estatal que los cubanos
conocemos como trabajo por cuenta propia, una modalidad que toma fuerza día a
día.
Ubicado en la calle 25 entre N y M, en El
Vedado, agrupa 13 negocios independientes de diversos giros, entre los que se
encuentran varios dedicados a la gastronomía, una tienda de artesanía fina,
otra de muebles, un salón de belleza, un establecimiento dedicado a la
fotografía e impresión de especies gráficas, un parque inflable, un servicio
sanitario público y un gimnasio.
Lo novedoso de este complejo comercial es que se
encuentra en el área que otrora ocupaban unos talleres ya en desuso y no como
en otros casos en que los locales arrendados a trabajadores por cuenta propia estaban
anteriormente ocupados por establecimientos estatales del mismo o parecido giro.
José Antonio Velásquez Gómez, dueño Kroma, el establecimiento relacionado con la imagen,
comentó que cada uno de los locales fue remozado con financiamiento del propio
dueño del negocio y que cada uno de ellos es totalmente independiente, aunque
se encuentran ubicados en un área común. La mayoría de esos locales, dijo,
estaban en muy mal estado de conservación.
No obstante ser individuales, fue constituida
una junta directiva de propietarios que no dirige el lugar como un todo, sino
que se encarga de las necesarias relaciones con los organismos del Estado, de
la limpieza de las áreas comunes y la protección y seguridad.
El sitio tiene posibilidades de aumentar su
valor de uso, opina el autor de este reporte, brindando sus áreas abiertas como
espacio para diversas actividades, entre las que se puede pensar en fiestas
infantiles, tertulias o peñas culturales, lo que serviría también como un medio
de atraer potenciales clientes.
Por ahora, operando tanto en pesos
convertibles como en los llamados pesos cubanos, y con precios asequibles en
todos los negocios, el nuevo espacio comercial brinda posibilidades, tanto a
clientes nacionales como extranjeros que visiten la capital cubana, para
degustar una variada oferta gastronómica, adquirir un souvenir, embellecerse o ponerse
en forma y para los niños, divertirse de lo lindo rebotando en los juguetes
inflables.
Cafetería La Nana , el primer establecimiento con el cual entra
en contacto el visitante. Oferta jugos, refrescos, café preparado en varias
formas, entre otros productos. Foto: Gilberto González García.
Esta tienda ofrece al cliente variadas
artesanías de fina confección. Foto: Gilberto González García.
El salón de belleza Eureka, además de arreglos
de cabello, brinda servicios de manicura, pedicura y masajes. Foto: Gilberto
González García.
Vista del establecimiento Kroma, donde se
hacen fotografías, montajes, retoques y se imprimen fotografías, se digitalizan
e imprimen documentos, entre otros servicios relacionados con la imagen. Foto:
Gilberto González García.
El establecimiento Kasa comercializa muebles
manufacturados. Foto: Gilberto González García.
Los niños se divierten de lo lindo en los
juguetes inflables. Foto: Gilberto González García.
Cafetería Minimax. Se especializa en
emparedados con 50 combinaciones basados en el pan tipo braguet, además de
pizzas de forma cónica. Foto: Gilberto González García.
La cafetería Panini se especializa en
emparedados confeccionados con panes artesanales. Foto: Gilberto González
García.
Más opciones gastronómicas se encuentran en el
restaurante 25MN y su parrillada. Foto: Gilberto González García.
Como su nombre lo indica, al gimnasio La
Gota Gorda se puede ir a sudar a mares,
ponerse en forma y bajar esas libritas de más. Foto: Gilberto González García.
En este collage se aprecia el estado en que se
encontraban los locales antes de ser rentados a los pequeños comerciantes que
ahora los ocupan. Fotos cortesía de José Antonio Velásquez Gómez.
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