Autora: Teresa Valenzuela
Es muy cierto el criterio de que todo no puede verse en blanco o negro, es decir, las cuestiones a veces son de una forma, y otras varÃan de acuerdo con las circunstancias en que ocurren, y es asà como hay que analizarlas.
No obstante, esa palpable realidad se establecen diferencias que los hacen a unos conservar la alegrÃa por la vida, el entusiasmo e interés por establecer nuevas amistades, ser propensos a las actividades colectivas, mientras que otros se refugian en la soledad y permanecen casi siempre en sus casas.
El primer grupo se manifiesta a favor de los cambios que pone de protagonista al riesgo que trae consigo lo novedoso. Mientras los otros se aferran a lo tradicional, lo estático y niegan el propósito y los sueños de lograr nuevas metas.
No olvidemos que la juventud constituye una de las etapas más hermosas de la vida; uno siente que es fuerte y dueño del mundo y del amor, capaz de realizar las proezas y sueños más ambiciosos; todo, sin excepción se puede lograr, por lo que no existe la palabra imposible.
Una amiga en tono jocoso decÃa que en la medida que se envejecÃa uno cambiaba externamente el fÃsico, sin embargo, internamente en muchos casos, continuaba con iguales deseos, y se apreciaba lo bello igual que cuando se era joven.
Ante tal afirmación se pudiera creer que joven es quien lo quiera ser. La juventud es un estado de ánimo que cada cual es dueño de mantener o no. ¿Si es asÃ, por qué no festejar la llegada de los años sin temores ni prejuicios, sólo con el deseo de que sean cada dÃa mejores? La elección está en sus manos.
Revisar
adultos
cuba
estado de animo
juventud
personalidad
prejuicios
radio coco
radiococo
sociedad
tercera edad
teresa valenzuela